Crítica de la obra de teatro 'Celebración': en deuda con todos ellos

Se exhibe en la Sala Fernando Arrabal de Naves del Español en Matadero bajo el título de ‘Celebración’, un título que une teatro y tradición, teatro y experiencia, teatro y amor por un oficio milenario.

Con dramaturgia de Álvaro Lizarrondo y Luis Luque, que también dirige la propuesta, y protagonizada por Ana Marzoa, Guillermo Montesinos, Amparo Pamplona, Paco Racionero, Juan Ribó y María Luisa San José, el espectador se ve envuelto en un mar de emociones, las que proporciona esta pieza de teatro documento o Verbatim.

Los seis actores han sido más que populares desde los años 60 del siglo anterior pero la edad no perdona ni siquiera en el teatro. Menos aún en un tiempo en donde la juventud se ha convertido en el ídolo de barro que nadie quiere abandonar.

Luego, claro, es inevitable que algunos traspasen la línea del patetismo, del ridículo y de la vergüenza ajena. No es el caso de Ana, Amparo o Maria Luisa, ni el de Juan, Guillermo o Paco…

Todo partió de una serie de talleres de encuentro con los actores en los que, a través de varias jornadas de trabajo y documentación (entrevistas, anécdotas y juegos dramáticos), que poco a poco fueron conformando la dramaturgia y a la hermosa puesta en escena que se encuentra el espectador que acude a ver ‘Celebración’.

Biografías, experiencias profesionales, anécdotas, reflexiones, enseñanzas, actitudes cambiantes a lo largo del tiempo y, sobre todo, una llama encendida en cada uno de ellos que el tiempo no ha conseguido apagar el, al menos, medio siglo de profesión que llevan a sus espaldas.

Tienen 70 años o más, han sido protagonistas de un buen número de propuestas escénicas, han colocado sus nombres en las cabeceras de películas y, poco a poco, han visto cómo han ido siendo desplazados por nuevas generaciones de actores.

Cada vez hay menos espacio para ellos en montajes o películas. Como el avestruz, nuestra sociedad -nuestros dramaturgos, nuestros directores, productores y exhibidores-, creen que, si se oculta la vejez, esta no va a llegar nunca. Es cuestión de paciencia. Caerá inexorable sobre todos ellos, en el mejor de los casos. Si no es así, mucho peor. No hace falta que te diga por qué…

Sobre el escenario, sin falsas modestias ni complejos, actrices y actores van desnudando su más profunda intimidad frente al público: cómo surgió su vocación, cómo fueron sus comienzos, sus dudas, sus sueños, sus anhelos, sus frustraciones, sus alegrías, sus decepciones, sus recuerdos, sus consejos a quienes ahora empiezan…

Solo Ana Marzoa confiesa que, de volver a empezar, no habría escogido el mundo de la actuación, que le hubiera gustado más ser escritora, guionista o cualquier otra actividad artística que le diera mayor libertad, mayor independencia. Los demás, todos a una, dicen que sí, que volverían al mismo camino.

“A mí la vejez me ha pillado por sorpresa”, afirma sarcástico Montesinos. Racionero se emociona cuando refiere que siempre lleva consigo una foto de sus padres, que pone en lugar preferente del camerino antes de cada función.

Pamplona recuerda con inmenso cariño y profundo agradecimiento haber podido formar parte de los elencos en numerosos Estudio 1, el mítico espacio teatral que TVE mantuvo en antena durante años y años, cuando este país tenía solo dos cadenas, la 1 y la 2 y, a pesar de todo, ninguna de las actuales le llega al tobillo en cuestión de calidad.

O cómo refiere Juan Ribó la aventura de haber protagonizado un primer desnudo masculino con aquel Equus que se estrenó en España cuando Franco ya tocaba a su final, pero con la censura aún vivita y coleando. O cómo María Luisa San José, se resistió primero pero finalmente acabó formando parte también de esa corriente que le llevó a ser una de aquellas sex simbol del cine español del destape.

Un espacio escénico absolutamente desnudo acoge a los actores. Solo hay en él unas sillas que van cambiando de ubicación a lo largo de la función. Una pantalla al fondo rescata secuencias y fotos de algunas de sus más recordadas intervenciones en teatro y cine.

Hay música, baile, exhibición de que la edad no es obstáculo para seguir manteniendo una estupenda forma física, un tanto de melancolía, pero también ganas de seguir en el teatro o en la pantalla y un amor a la profesión y a quienes comienzan en ella que rebosa por todo el escenario.

Y, para terminar, unas pequeñas gotas de esencia de cada uno de ellos que vuelven a meterse con emoción y maestría inmensas en Doña Rosita la soltera (Ana Marzoa), la Laurencia de Fuenteovejuna (Amparo Pamplona), o en los personajes de La gata sobre el tejado de zinc (Ribó y San José), o en Esperando a Godot (Racionero y Montesinos).

Colaboran eficazmente en que todo resulte redondo Mónica Boromello (espacio escénico), Pilar Valdelvira (iluminación), Almudena Rodríguez Huertas (vestuario), Mariano Marín (música original) y Bruno Praena (videoescena).

‘Celebración’ es el primer proyecto escénico del ciclo La Sénior, en colaboración con RTVE, Archivo ABC y Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música.

La propuesta de Álvaro Lizarrondo y Luis Luque es sencillamente tierna, emocionante, divertida, exquisita y necesaria. Es de bien nacidos ser agradecidos, y todos nosotros –sabiéndolo o no, da igual-, les debemos mucho a todos los actores que, como los protagonistas de ‘Celebración’, han hecho de nuestras vidas un espacio mucho más amable que si ellos no hubieran optado por seguir este camino lleno de rosas y de espinas. Imprescindible.

‘Celebración’

Dramaturgia: Álvaro Lizarrondo y Luis Luque

Dirección: Luis Luque

Con Ana Marzoa, Guillermo Montesinos, Amparo Pamplona, Paco Racionero, Juan Ribó y María Luisa San José

Diseño de espacio escénico: Mónica Boromello

Diseño de iluminación: Pilar Valdelvira

Diseño de vestuario: Almudena Rodríguez Huertas

Composición de música original: Mariano Marín

Interpretación de violín grabada por: Konstantin Chakarov

Diseño de videoescena: Bruno Praena

Documentación: Víctor Barahona

Ayudante de dirección: Pablo Martínez Bravo

Residencia ayudante de dirección: Virginia Rodríguez y Noelia Pérez

Una producción de Teatro Español con la colaboración de RTVE, Archivo de ABC y Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música

Agradecimientos: Filmoteca Española, EGEDA, EL DESEO, CEDRO, Biblioteca Nacional de España, Marta Pérez Solís, Gustavo Catalán Deus y archivos personales de los actores de Celebración

Naves del Español en Matadero, Madrid

Hasta el 23 de octubre de 2022