La Encina Teatro acoge cada sábado, desde hace ya varias semanas, una propuesta de título poético, ‘Lluvia de ángeles’, del dramaturgo argentino Santiago Serrano, que dirige Imán Velasco.
El título puede llegar a confundir porque el trasfondo de la propuesta no es nada poético sino profundamente serio y doloroso, el suicidio, esa decisión última que muchos humanos -sobre todo tras los obligados encierros durante la pandemia-, han ido tomando como última voluntad y único método a su alcance para acabar con esa soledad que, de pronto, ha descubierto como una pesadísima losa media humanidad.
Imán Velasco y Natalia Fisac protagonizan la tragicomedia con desparpajo y soltura envidiables. La primera habita el personaje de una mujer que, desde hace tiempo, se dedica a estudiar científicamente el número, las causas, el por qué y hasta la estética de los suicidios que, como gota malaya, vienen produciéndose cada vez con mayor frecuencia en una plaza rodeada de altos edificios y que, últimamente, es la muda testigo de cómo hombres y mujeres (una novia, un hombre elegantemente vestido, un joven…), deciden lanzarse al vacío como forma expeditiva de acabar con una vida que ha terminado por resultarles más que hostil. La segunda, Natalia Fisac, es una viuda vestida de negro riguroso, metódica, nerviosa, expansiva, algo estrafalaria y más que expresiva, que se encuentra en esa misma plaza con la supuesta científica de la observación. Las dos mujeres son como el agua y el aceite, incompatibles en apariencia, pero poco a poco su conversación va trabando entre ambas una suerte de amistad que acaba siendo su mutua tabla de salvación.
Unas cuantas hojas otoñales repartidas por el escenario y un pequeño banco al fondo son suficientes para dibujar el espacio en donde sucede todo. No hay más datos concretos para identificar la ciudad, el país o el momento en el que sucede la acción porque el mundo entero tiene ciudades que podrían dar cabida a la fábula. Lo interesante aquí es la visión que el autor y la directora dan al peliagudo asunto del suicidio, un tema tabú en nuestra sociedad que, sin embargo, ve como día a día aumenta el número de suicidas en las estadísticas nacionales. Con respeto, pero también con sentido del humor, abordan el asunto, primero en la historia y, al final, en un coloquio abierto con los espectadores que así pueden conectar su experiencia ante la propuesta y su parecer frente al hecho social.
La mujer observadora aparece en escena, libreta en mano y unos pequeños prismáticos para acercar al máximo el objeto científico de su investigación. Mira hacia arriba y a todas partes con interés creciente. Cuando irrumpe en la plaza, otra mujer, la Viuda, le pregunta a su interlocutora si es que pasa algo, y la primera le responde que “no sucede nada, y ese es el problema, que llevo más de una hora esperando y no sucede nada… Si esto sigue así voy a tener que replantearme todas mis estadísticas…”.
Natalia e Imán están estupendas y sus intervenciones no dejan de provocar la sonrisa entre el público en ningún momento. Y eso que las situaciones absurdas, patéticas y cómicas al mismo tiempo, no se diría que fueran las más apropiadas para que el humor brote espontáneo en asunto tan peliagudo.
El escabroso tema está tratado voluntariamente de forma algo superficial en el texto, y las dos actrices, que se prodigan en gestos, movimientos, expresiones, actitudes y palabras llenas de intención, hacen que la tragicomedia resulte interesante y que la hora aproximada de duración de la representación –después vendrá el coloquio y hasta algún vinito-, se pase en un santiamén.
‘Lluvia de ángeles’
Texto: Santiago Serrano
Dramaturgia y dirección: Imán Velasco
Intérpretes: Imán Velasco y Natalia Fisac
Producción: Compañía Sin Telón
La Encina Teatro, Madrid
Del 9 de septiembre al 29 de octubre de 2022
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