Crítica de la obra de teatro 'Los desiertos crecen de noche': palabras, palabras, palabras

Varias piezas antológicas del “Teatro menor” de José Sanchis Sinisterra, algunas de ellas llevadas a escena por primera vez, componen esta hermosa, sorprendente y singular pieza de teatro, ‘Los desiertos crecen de noche’. Acaba de estrenarse en la Sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez en donde permanecerá hasta primeros de marzo próximo.

Ahí está, Vacío, Cerrar los ojos, Instrucciones, Discronía, Carta, De tigres, Espejismos y Abandonos, son las piezas breves de Sanchis Sinisterra que conforman el espectáculo que dirigen al alimón Clara Sanchis y David Lorente que, además, forman parte también del elenco junto a Concha Delgado y José Luis Patiño.

Las pequeñas piezas se suceden una tras otra, sin solución de continuidad, sostenidas en la palabra como elemento esencial de la identidad humana. Sin palabras no somos nada, no somos nadie porque entonces no podríamos expresar ideas, pensamientos, necesidades, anhelos. Si nos falta la voz, si nadie nos mira, si somos transparentes, se altera lo más íntimo de la mujer y del hombre. La comunicación, la soledad, la necesidad del otro, el juego, el papel del espectador en el hecho teatral, el paso del tiempo o la identidad son algunos de los temas que de forma tan breve como atractiva y profunda se tratan en todas estas piezas del “Teatro menor” de Sanchis. Desde la propia denominación de las mismas se juega ya con el humor (Teatro sí, pero “menor”, ¿por qué?, ¿por su corta extensión?, ¿por su teórica menor importancia frente al teatro más extenso...?).

Dos actores andan buscando a su personaje, o acaso sean los personajes quienes busquen al autor, como en el caso de Pirandello. Varios músicos acaban siendo devorados por la música que ellos mismos crean. Rodolfo y Ludovina, ensayan y ensayan a las órdenes de un director de escena algo histérico y, en su persistente empeño el caso es que nunca llegan a besarse, como parece ser el fin de la escena que se ensaya. Los sueños más íntimos brotan en el interior de una lectora de forma inopinada. Y detrás, delante, arriba y abajo de todos ellos –y, por supuesto, de quienes miramos, los espectadores, el público…–, está el eterno vacío que hay que intentar apartar, obviar, olvidar, hacer desaparecer… Esa es la historia nuestra de cada día, la de los hombres que se suben al escenario, los que construyen las historias y los que las disfrutamos. Todos estamos en el mismo barco y también entre todos hemos de intentar gobernarlo para llegar a buen puerto.

Estupendo el trabajo de los cuatro intérpretes. Mantienen un diálogo sordo, silente, con el público y consiguen introducirlo en el juego de este “Teatro menor”, a pesar de que en él no haya un aparente conflicto entre los personajes que vaya tensando y tensando cuanto ocurre en escena. Y si hay que destacar algún momento de las casi dos horas de función, me quedo con ese ensayo de la escena que trata de poner en pie un vehemente Director (David Lorente), que no para de dar órdenes, muchas veces contradictorias, a dos perplejos y obedientes actores Ludovina (Clara Sanchis) y Rodolfo (José Luis Patiño). Y añado también la música y las canciones que interpretan en directo todos ellos, generalmente al mando de Clara Sanchis al piano, pero con orquesta completa de voz, viento y percusión. Y el trabajo de esa adorable Lectora (Concha Delgado), la que le gustaría tener a todo autor. Muy interesante.

‘Los desiertos crecen de noche’

Autor: José Sanchis Sinisterra

Intérpretes: David Lorente, Clara Sanchis, Concha Delgado y José Luis Patiño

Dirección: Clara Sanchis y David Lorente

Música original: Los Pájaros

Una producción de Producciones Artísticas Triana S.L. y Los Pájaros

Teatro Fernán Gómez, Madrid

Hasta el 5 de marzo de 2023