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‘Totem’, obra de Cirque du Soleil
‘Totem’, obra de Cirque du Soleil (Foto: Cirque du Soleil)

'Totem', la energía ancestral del Cirque du Soleil, en Madrid

miércoles 15 de noviembre de 2017, 17:39h

Solo quien alguna vez se ha dicho a sí mismo “¿por qué no?” es capaz de entender que el viejo circo itinerante que todos hemos conocido en nuestra infancia, -no muy distinto al que vieron nuestros antepasados incluso en siglos pretéritos-, por una extraña y milagrosa alineación de las estrellas del universo, un día haya podido derivar en el Cirque du Soleil, una verdadera multinacional del circo. ¡Quién se lo iba a decir hace unos treinta años a esa pequeña comunidad de artistas callejeros que vivían, soñaban y pensaban en el circo 24 horas al día! Su proyecto se materializó en el Cirque du Soleil, un verdadero monumento a la constancia, a la voluntad, a la valentía y a la inteligencia de ese pequeño grupo de soñadores: en poco más de tres décadas, la compañía ha creado 35 grandes espectáculos, 20 de los cuales están todavía representándose y más de 150 millones de espectadores de más de 400 ciudades de los cinco continentes han visto alguno de ellos desde su fundación en 1984.

Albert Einstein decía que hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. En el espectáculo que Le Cirque du Soleil acaba de estrenar en Madrid, ‘Totem’ se concentran todos los valores humanos que cualquier hombre o mujer querrían atesorar: energía constante, belleza, plasticidad, fuerza, elasticidad, concentración, inteligencia, serenidad y precisión. Pero todos ellos sería imposible alcanzarlos sin una férrea voluntad, un deseo inalterable y constante para conseguir hacer realidad esos sueños que algún día parecían imposibles.

En este espectáculo, ‘Totem’, se mezclan escenas de la historia de la evolución humana que van desde los inicios de la vida hasta la aventura que ha llevado al hombre a intentar volar. Y en ese largo camino, de miles y miles de años, los sueños del hombre se han fundido con el afán de supervivencia de todas las especies animales que pueblan el planeta. Con un afán más temático que histórico o cronológico, el espectáculo que se brinda en ‘Totem’ cuenta con una escenografía cuidadísima, un vestuario deslumbrante (el Hombre de cristal, un personaje omnipresente durante el espectáculo, que representa la fuerza de la vida, lleva un traje cubierto por unos 4.500 componentes reflectantes), una luz precisa y espectacular, vídeoproyecciones que dejan boquiabierto al espectador (cambian, incluso, en tiempo real a ritmo del movimiento de los artistas), y una composición musical, que se interpreta en directo por ocho músicos y cantantes, que incluye estilos muy étnicos, africanos, de los nativos americanos, pero también ritmos funky, bossa nova e, incluso, flamenco (no en vano, el director musical del espectáculo es el sevillano Alejandro Romero).

Y todo ha partido de la poderosísima imaginación del director de cine y escena canadiense Robert Lepage, creador y director del espectáculo y una de las grandes figuras de la escena internacional (aún permanece en el recuerdo de los espectadores españoles la Celestina que hizo con Nuria Espert).

El marco en el que se desarrollan los números circenses de ‘Totem’ lo constituye una isla que evoca la figura de una tortuga gigante, y un puente mecánico retráctil con forma de cola de escorpión. Allí, en medio de ese paisaje entre antropológico y onírico, pueden verse números de contorsionismo (¡Dios mío que figuras componen él y ella!), tríos de anillas, barras rusas, monociclos con cuencos, danza con aros, equilibrio sobre manos, un número increíble con pelotas de luces de colores, otro con un sinfín de diábolos, con patinadores o en trapecio fijo. El “más difícil todavía” se sucede número tras número y, como no podría ser de otro modo, de vez en cuando se introduce también entre ellos el clown, a través del ucraniano Mikhail Usov, que es el encargado de arrancar más de una sonrisa a los casi 2.500 espectadores sentados que admite la famosa carpa blanca del Cirque du Soleil, que está enclavada en la Casa de Campo madrileña, a unos 200 metros de la boca de metro de Puerta del Angel.

Los otros números

Además de los números circenses, hay algunas cifras que pueden dar una idea ajustada del inmenso trabajo que hay detrás de un espectáculo como ‘Totem’. Lo hacen posible cada día ciento dieciocho personas de veintiocho nacionalidades diferentes, de los cuales cuarenta y siete son artistas, y los demás técnicos y responsables de la producción. Todo se desarrolla en una gran carpa blanca, de 19 metros de altura (aproximadamente la misma que la de un edificio de seis plantas), y 51 metros de diámetro, que permite que cada día puedan ver el espectáculo esas más de 2.500 personas.

Desde su estreno en Montreal (Canadá) en 2010, han visto ya esta propuesta artística casi cinco millones de espectadores en 38 ciudades de Australia, Canadá, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos.

‘Totem’ permanecerá en Madrid hasta el próximo 14 de enero y, después, los 75 camiones tráiler que llevan alrededor de 2.000 toneladas de equipos, se trasladarán a Sevilla, donde podrá verse del 25 de enero al 18 de febrero del año próximo, Barcelona, (del 23 de marzo al 15 de abril), Málaga (del 1 de junio al 1 de julio) y Alicante (del 20 de julio al 19 de agosto).



‘Totem’

Un espectáculo del Cirque du Soleil

Dirección: Robert Lepage

Recinto Ferial Casa de Campo, Madrid

Hasta el 14 de enero de 2018

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