Colmenar Viejo: doble petardo ganadero de Peñajara de Casta Jijona y San Martín

Dentro del petardo, el nivel de los ‘ibanes’ de Peñajara, sin que se merezcan aplicar lo del tuerto en el país de los ciegos, no fue tan malo como el de los ‘santacolomas’ de San Martín. Así, el que abrió función, distraidote y con escasa entrega, permitió a De Pablo una faena digna, con cierta ortodoxia con percal y pañosa, que con el cariño de los paisanos –aunque la petición no fue mayoritaria- y la facilidad de disparar el moquero del usía Eutimio Carracedo le sirvió para un irrelevante trofeo. Ya ni siquiera le permitió eso el boyancón cuarto de San Martín.

Borja, seguro y firme, con un toreo extractivo, como el que inventó Dámaso González, anduvo por acá y por acullá ante su descastado primero, lo que en cualquier plaza no pasaría de ovación, en La Corredera le vale para otra orejita sin fuste. Ni eso le dejó el buey quinto, un mulo de San Martín, que era la antítesis del toro de lidia.

Claro que el más perjudicado en el sorteo matutino de los bicornes fue Ángel Sánchez, cuyo primer enemigo le buscaba con su cabeza derrotona y el coletudo decidió abreviar, confiando en que la diosa Fortuna le sonriera en el otro. Mas no, porque el sobrero, también de San Martín, unió a su descastamiento la invalidez.

FICHA

Tres toros de PEÑAJARA DE CASTA JIJONA y 4º, 5º y 6º -sobrero que sustituyó al anunciado devuelto por inválido- de SAN MARTÍN. Bien presentados en general y que no dieron juego. MIGUEL DE PABLO: oreja; ovación. BORJA JIMÉNEZ: oreja; silencio. ÁNGEL SÁNCHEZ: silencio; silencio. Saludaron en banderillas José Luis Borrero, Gómez Pascual, Juan Carlos Rey y José Antonio Prestel. Colmenar Viejo, Plaza de La Corredera, 27 de agosto, 2ª de Feria. Un cuarto de entrada.