En sus primeras declaraciones después de la noche electoral del 1 de marzo concedidas a Radio Euskadi,
Ibarretxe destacó que su Gobierno estará "
hasta el último día al timón del país" y consideró que debe formarse un Ejecutivo "
fuerte" para afrontar la actual situación de crisis y los principales retos de este país.
El lehendakari en funciones subrayó que "
aquí lo que está claro es que, quien ha ganado las elecciones, está legitimado para liderar el país y que también está quien ha perdido" porque "es verdad que hay un candidato que ha perdido las elecciones y que quiere ser el lehendakari de este país".
"Eso es legítimo si cuenta con los votos. Y yo lo que digo es que es muy importante, que nos tendrán que decir, no sólo que suman 38 el día D, sino cuántos votos van a tener y detrás de qué proyecto el día D+1", dijo.
A su juicio, es
"mucho más importante preguntarse, no tanto si van a tener los votos para desalojar al nacionalismo y a Ibarretxe, sino saber si al día siguiente esos 38 votos son unos votos consistentes, detrás de un Gobierno consistente, con un programa consistente".
Según aseguró, el PNV y él mismo
"lo que tienen claro es que ha ganado las elecciones". "La sociedad vasca nos ha concedido al partido y a mí un apoyo extraordinario", añadió.
"Ganador"
El lehendakari en funciones dijo que se ve "ganador" de las elecciones y consideró que,
"además del esfuerzo" del PSE-EE y PP de
"a quitar de en medio al nacionalismo y a Ibarretxe", deben ofrecer
"qué pueden construir juntos" porque "
lo que trasladan desde España es una bronca" diaria, por lo que consideró
"increíble que se estén dando besos en Euskadi".
Además, consideró que la mayoría que pueden conseguir populares y socialistas se debe a la ilegalización e interpretó que no se ha hecho "
política, sino matemática". Por ello, afirmó que se ha "
perfeccionado" la
"estrategia" que inició J
aime Mayor Oreja en 2001.
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