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Supone la vuelta a los escenarios de Assumpta Serna, tras un largo paréntesis

Vinícius de Moraes (actor Bruno Butenas) charlando con Antonio Carlos Jobim (Jordi Cadellans) en un momento de la obra..
Vinícius de Moraes (actor Bruno Butenas) charlando con Antonio Carlos Jobim (Jordi Cadellans) en un momento de la obra..

Se estrenó con brillantez “La canción de Ipanema”en el Teatro Aquitania


Un sólido reparto con música en directo, y actores españoles y brasileños

sábado 29 de agosto de 2020, 12:26h
Una comedia musical que estaba preparada para estrenarse el 13 de Marzo...Llegó el confinamiento, y la prolongada espera para un equipo amplio de directores, actores y músicos. Ahora, de no haberse torcido las cosas, estarían en el Teatro Gran Vía de Madrid desde Julio- tres meses- a mediados de Septiembre. Pero por fin estrenaron la noche del jueves 27 de Septiembre en el Teatro Aquitania de Barcelona. Estarán hasta el 17 de Octubre. Y entonces sí, recalarán en Madrid.

No es una obra musical al uso, porque la música- que es en directo- remarca el texto hablado. “La canción de Ipanema” nos traslada al idílico Brasil de los años 60. Es cuando Vinícius de Moraes vivió una apasionante historia de amor. La chica que lo encarna- cuando tenia 19 años- es Adriana García y – ya adulta -Assumpta Serna. Una obra cuyo autor es José Luis Sánchez, el director musical Menno Marien (brasileño) y el cuadro de actores está compuesto por: Toni Sevilla, Jordi Cadellans, Bruno Butenas, Gabriel Fortunato y Lari Antunes (además de las mencionadas Assumpta y Adriana). La dirección es de Óscar Contreras y la producción de Ferrán Soriano, ex vicepresidente del F.C. Barcelona.

La acción transcurre en la década de los sesenta, cuando la mujer no tenía ninguna independencia económica. Por ello, la relación de la joven Nelita (Adriana García) y el músico brasileño, choca con las rígidas normas de los padres y la moral imperante en esa época. El padre lo interpreta Jordi Cadellans.

En “La canción de Ipanema” se hace un recorrido por la música de Brasil, antes incluso de que surgiera la Bossa Nova. Y a partir de entonces, además de “ Garota de Ipanema”, la segunda canción más versionada de la historia ¡se han hecho hasta 200 versiones!, suenan temas como: “Corcovado” (aparece la efigie del monte en el escenario); “ Minha namorata”; “Samba em preludio”. Hay piezas de samba clásica y tres temas creados para el musical. Los intérpretes-tambiénmusicales- son Lari Antunes (brasileña); Gabriel Fortunado (flauta travesera, saxo y armónica); y Bruno Butenas (guitarra eléctrica y clásica).

Nostalgia

En la obra se alude a la “nostalgia positiva”, en contraposición a la “saudade” que tradicionalmente ha denotado tristeza. Y Vinícius reclama la alegría y el disfrute por haber tenido un amor. Es el valor del recuerdo…Al final del espectáculo, el actor que lo encarna (Bruno Butenas) declama un poema del escritor y compositor brasileño, que reivindica vivir el presente, aunque sea pagando el “peaje” de equivocarse...Y también la equivocación de vivir con el miedo a enamorarse, porque éste paraliza.

Retorno

Assumpta Serna ha vivido lo últimos 37 años volcada en su brillante carrera cinematográfica, sólo rota por dos incursiones teatrales, según explico en la rueda de prensa: unos poemas dramatizados que recitó en Bélgica, sobre un escrito de Pablo Neruda;y “Concierto por un olmo”: obra con tres personajes. La actriz catalana señaló como aliciente de “La canción de Ipanema” que “es un canto a la mujer. Lanza el mensaje de que el amor es necesario. Por otro lado, el trabajar en teatro implica la satisfacción de compartir relación, durante un tiempo, con mucha gente. Y este espacio de espera por el confinamiento y parón teatral, nos ha unido más...”

Todo el equipo brilla a gran altura pero, a mi juicio, destaca la interpretación de Adriana García, que posee además una espléndida voz. Canta sola en escena cuatro canciones, una dedicada a “la saudade”.

La historia que se cuenta en la obra tiene un 35% de realidad, y otro 65 de ficción sobre lo que sucedió . Una pantalla de fondo en el escenario va reflejando con palabras escritas, los hechos que ocurrieron entre 1962 y 1968, con la irrupción de un ya clásico de la música como es Vinícius de Moraes. El personaje que encarna a su “compadre” Antonio Carlos Jobim, también se pone en la piel del padre de la chica que se enamora.

Aeropuerto

Como preludio y final del espectáculo, suena de fondo el sonido de un aeropuerto y las indicaciones de una voz en off. Allí se desplaza el comisario (que interpreta con eficacia Toni Sevilla), para poner orden ante las reivindicaciones de las mujeres brasileñas, que con carteles de “Basta ya” protestan, y reclaman los mismos derechos que los hombres.

Nelita (Assumpta Serna) de adulta, le explica al comisario su historia de amor con el cantante, que él escucha con mezcla de incredulidad y entusiasmo...Se juega con la mezcla de pasado y presente, evocando los recuerdos.

Hay humor y emoción en la obra. Y enriquece lo que ocurre el hecho de queNelita, la mujer de la que se enamora Vinícius de Moraes, sea interpretada por dos actrices: en su juventud, y ya en la madurez. Dicen que el compositor se inspiró en una chica de nombre Helo Pinheiro…
El público acogió con entusiasmo la noche del estreno, llenando- dentro de las limitaciones de aforo establecidas- el patio de butacas del Teatro Aquitania. Todos con la debida mascarilla, pero sin restar calidez a la acogida de esta entretenida y bien construida obra. Tiene además, el aliciente de una música con diversos instrumentos, que nos transporta al universo de Brasil.

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