Las 10 mejores películas de Marlon Brando

Si en el mundo occidental contamos los años con una división entre Antes de Cristo y Después de Cristo, el mundo de la actuación se divide claramente entre A.M.B. y D.M.B. o lo que es lo mismo, antes de Marlon Brando y después de Marlon Brando. Podríamos decir que su fulgurante aparción al grito de "¡Stella!" al final de 'Un tranvía llamado deseo' es el comienzo de una nueva forma de actuar, una en la que la voz, el acento y la presencia física se preparan en función del personaje. Antes de Brando los guiones y los personajes se adaptaban a los actores de los que se disponía, los guionistas hacían películas para Bogart, Wayne o Grant, pero desde el momento en que entró en escena "el método", del que Brando fue el Mesías absoluto, eso cambió para siempre.

Un tranvía llamado Deseo (1951)

Siempre me ha parecido que esta gran película que enfrenta al joven Brando con Vivian Leigh es un poco teatral, aunque ninguna sala de teatro podía igualar la fuerza del primer plano de Brando gritando ese primal "¡Stella!", dejando claro que el Séptimo Arte había encontrado al actor que iba a ser el faro para las siguientes generaciones de actores. Su Kowalski fue un terremoto de considerables condiciones, aunque curiosamente en la ceremonia de los Oscar de aquel año Brando fue el único de los 4 intérpretes nominados por la película que se quedó sin premio, algo que si lograron Leigh como actriz principal, Karl Malden, como actor de reparto, y Kim Hunter, como actriz de reparto.

¡Viva Zapata! (1952)

Brando continuaba su magnífica relación con Elia Kazan con este retrato del revolucionario mexicano indígena Emiliano Zapata, en un papel que a día de hoy sería imposible que interpretara un norteamericano blanco. Eso sí, la película aguanta bien el paso del tiempo gracias a un sólido guión del mismísimo John Steinbeck y al glorioso duelo actoral entre Brando y Anthony Quinn como su hermano.

Julio César (1953)

Joseph L. Mankiewicz pone a Brando a recitar a Shakespeare y este hace que su discurso tras la muerte de César sea capaz de levantar una revolución. Nuevamente tiene un ligero toque teatral pero el actor vuelve a comerse la pantalla.

La ley del silencio (1954)

Kazan trata de justificar lo injustificable, su delación de compañeros durante la ‘Caza de Burujas’ del McCarthysmo, pero lo hace con una obra maestra de altura. No lo logra, y posiblemente los fantasmas de su paso por el Comité de Actividades Antiamericanas le terminaron persiguiendo para siempre, pero en el camino consigue una maravillosa película, llena de cine de altura. Y luego está Brando, cambiando para siempre la forma de actuar delante de una cámara. Aquí es donde De Niro, Pacino y compañía tendrán el faro que les guíe en próximas décadas, Brando cuidando las palomas, Brando paseando con Eva Marie Saint y, sobre todo, Brando dentro de un coche, con un también sobresaliente Rod Steiger, diciendo aquello de "¿Es que no lo entiendes?. Pude tener clase. Pude ser el aspirante. Pude haber sido alguien, en vez de un vago, que admitámoslo es lo que soy. Fuiste tú, Charlie. Solo por ti, Charlie".

Ellos y ellas (1955)

Un musical en el que se mezcla a Branco con Frank Sinatra y Jean Simmons por el medio. Las dos megaestrellas se odiaron profundamente pero Mankiewicz consigue una película entretenido y con mucho encanto.

El rostro impenetrable (1961)

La única película de su carrera que también dirigió, y lo hace con la misma pasión con la que interpreta, entregando un 'western' atípico, introspectivo e intimista, que se adelanta a los cambios en el género y vuelve a entregar otro duelo actoral de altura entre Brando y Karl Malden.

La jauría humana (1966)

Un drama sobre la degradación moral de la sociedad estadounidense que va perfecto para el signo de los tiempos en los que se rodó, con un Brando en plena forma al que da la réplica un joven Robert Redford, en uno de sus primeros papeles.

El padrino (1972)

Lo que hizo Coppola con 'El Padrino' fue llevar un libro bastante normalito a alturas 'shakespearianas'. El director nos muestra una película sobre una familia concreta pero, desde el pimer segundo, vemos que con ello hace un friso ambicioso de todo un país, EEUU. No en vano la película se abre sobre un fondo en negro y estas palabras: "Yo creo en América" (...) Hablar sobre interpretaciones, dirección o puesta en escena, en una película perfecta está de más y 'El Padrino' lo es, pero siendo esta una lista sobre Marlon Brando solo puedo añadir que lo que hace aquí está a la altura de la fuerza de sus primeros películas pero con una sabiduría y una contención que solo dan los años, aunque el actor era mucho más joven que Vito Corleone, tenía solo 47 años cuando le interpretó y su aspecto físico estaba fuertemente caracterizado, aun así, verle cara a cara con Al Pacino, uno de los cachorros de esa generación totalmente influida por él, es un espectáculo que debería ver cualquiera que quiera dedicarse a eso de la interpretación.

El último tango en París (1972)

Una película mítica sobre la que tengo mis dudas y recelos, es evidente que Bertolucci le pone en bandeja una película que es simplemente una tremenda exhibición actoral sin red de seguridad, pero sus momentos más emocionantes están lastrados por partes mucho más aburridas.

Apocalypse Now (1979)

La película (anti)bélica más grande de la historia. Lo que ya había logrado antes con 'El Padrino', entregar una película superior a su fuente literaria, Coppola lo vuelve a hacer ahora, y eso que esta vez parte de una obra maestra de fuente original. El director logra dar vida al horror y convierte a la guerra en el escenario perfecto para los locos y desquiciados, los únicos capaces de sobrellevar su vileza, dando el personaje clave, que no el protagonista, a un Brando que dio aquí la última gran interpretación de su carrera, demostrando que muy pocos directores han sido capaces de sacarle el mayor jugo al actor más fascinante, aunque también irregular, de todos los tiempos.