Con la llegada de la ley antitabaco en 2011, llegó la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados y la desaparición de cubículos para fumadores en locales de ocio, aeropuertos, colegios u hospitales. También se extendió la prohibición al ámbito laboral, de forma que no se permite fumar en el centro de trabajo. Sin embargo, la ley no dice nada sobre las pausas que hacen los trabajadores para fumar. Estas paradas para 'echar el cigarrito' hacen perder tiempo y dinero a las empresas, hasta el punto de que cada trabajador que fuma le cuesta unos 4.000 euros al año a su compañía, según un estudio realizado por la consultora 'Watch&Act'.
La consultora basa sus cálculos en un estudio de la Unión Europea elaborado en 2015, del que se desprendía que el 29% de los españoles son fumadores. "Esta cifra se eleva al 40% cuando se trata de fumadores en edad laboral, lo que se traduce en unos 20 millones de personas que fuman durante su jornada de trabajo".
"Si la media es de 10 cigarros al día, según un informe de JAMA con Marie Ng de la Universidad de Washington, y el 60% se consume en el trabajo, podemos extrapolar un gasto medio de unos 4.000 euros al año por persona, lo que supone un sobrecoste para la empresa de 2,6 euros por hora y por persona, un 12% más de lo habitual", señalan desde la consultora.
Según 'Watch&Act', "si tenemos 222 días de trabajo al año que, con una media de un 6% de absentismo se quedan en 208,7 días anuales, y que el coste medio por trabajador para la empresa es de 21 euros la hora, los fumadores que gastan una media de 4 minutos por cigarro, más otros 4 entre salir y volver a su puesto laboral, más otros 2 minutos de vuelta a la concentración (en total 0,16 horas por cigarro de inacción profesional), se puede concluir en un gasto de 4.382 euros al año por persona para la organización".
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