Una jugada a 3 bandas donde todos se miran entre sí esperando el movimiento del otro. Real Madrid, Selección brasileña y Carlo Ancelotti están disputando una especie de partida de ajedrez donde el tiempo es el único rival de todos ellos.
La postura del Madrid es clara: no hay agobio ni problema alguno. La mentalidad es fácil: si la temporada acaba con títulos importantes, lo de menos es pensar si se va el entrenador italiano a Brasil, e igualmente iniciará una etapa de profunda renovación que está planificando. Si ocurre lo contrario, si no se gana Liga, Copa y Champions, con un balance significativo y positivo, no dolerán prendas por deshacerse del técnico Ancelotti de nuevo y con más motivo iniciar ese 'plan renove'. Entonces se da por casi seguro que se marcharía a Brasil para acabar su carrera por todo lo alto.
La del italiano también es sencilla: tener pretendientes siempre es motivo de orgullo y tranquilidad profesional. Sabe que puede elegir al final de temporada si las cosas acaban bien en cuanto a títulos, pero en todo caso no tendría problemas en que la selección canarinha apueste por él aunque al final la campaña sea decepcionante en Madrid. En verano cumplirá 64 años y aunque cree que le queda cuerda para rato, piensa en su retirada como entrenador de clubes y poner la guinda a su gran trayectoria llevando la batuta de la mejor selección nacional del mundo y la más laureada. Además, encontrará un clima perfecto en todos los sentidos: el meteorológico y el humano, ya que en la selección se reencontrará con actuales y viejos conocidos: Vinicius, Rodrygo, Militao, Casemiro, Richarlison...
La apuesta de Brasil
Por último, la postura de Brasil es la de mantenerse en espera, entre ave carroñera y ave de presa. Sin embargo, se reserva como último recurso forzar su fichaje, arrebatándole al Madrid a su entrenador. Sabedor de la situación en el club español, sabe que Ancelotti puede salir en caso de no superarse los objetivos marcados, que pasan por ganar al menos un gran título en la capital de España. Sólo vale la Champions o al menos la Liga, pero el campeonato nacional está casi descartado al estar a 12 puntos ya del Barcelona. Ganar la Copa de Europa otro año más, de forma consecutiva, no es imposible, pero no se tiene como una posibilidad accesible. En Copa del Rey también toca remontar un 0-1 en la ida ante el Barça, por lo que siendo sinceros, en Madrid lo ven complicado, máxime cuando ganar este título tampoco justificaría continuar con Ancelotti.
Por cierto que apostar por un entrenador no brasileño y además europeo es algo revolucionario, pero la situación de interinidad de Ramon Menezes apremia a tomar una decisión urgente y arriesgada. Se quiere ser más competitivo, y de ahí la idea de fichar a un técnico europeo. Este país sólo ha tenido 2 excepciones históricas y puntuales, con apenas unos meses en ese cargo por parte del argentino Filpo Núñez en 1965 y también unos meses por parte del portugués Joreca en 1944. Nadie se acuerda de ellos, y jamás fueron importantes, por lo que Ancelotti sería en realidad interpretado como el primer seleccionador no nacional que se ponga al frente de la canarinha de los 5 títulos mundiales. La sequía de títulos ha hecho cambiar el guión de los dirigentes de la CBF.
'Plan renove'
Además que en el Madrid, sin tener nada en contra del técnico italiano, se piensa que es hora de una profunda renovación, y eso pasa por cambiar de entrenador. En el club se mantiene el máximo cariño por veteranos como Modric, Kroos, Benzema o Carvajal, entre otros, pero son conscientes de que el fútbol actual es muy físico y que hay que dar paso a la siguiente generación.
El tapón en el centro del campo es importante y pese al buen rendimiento del croata y del alemán, se quiere dar más protagonismo a los franceses Camavinga y Tchouaméni, con el objetivo de que den el salto definitivo a la élite. Valverde sería el tercero en esa ecuación, posiblemente con Dani Ceballos renovado como cuarto centrocampista de garantías.
En la delantera se quiere confiar todo a Vinicius, Rodrygo y subir a Álvaro Rodríguez al primer equipo, pensando en recuperar a Brahim Díaz, cedido al AC Milan. Benzema, por supuesto, continuará, pero se pretende que vaya teniendo más descansos y que haya una alternativa real, ya que hasta ahora Mariano era la única posible.
En la defensa preocupa Carvajal, sobre todo porque no tiene recambios: no se confía en Odriozola y Lucas Vázquez. En el lateral izquierdo, se ha recuperado al canterano Fran García, ahora en el Rayo Vallecano, y que se espera que dé nivel como para olvidar a Mendy, un capricho y una petición de Zidane, y con el que apenas se cuenta en la actualidad. Se esperará a que finalice contrato o se le buscará una venta.
En el centro de la zaga se seguirá confiando en Militao, Alaba, Nacho y Rüdiger, mientras que en la portería en el club se temen que el ucraniano Lunin busque un club donde salir de la sombra de Courtois, que es intocable para el Madrid.
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