Casi hemos hecho pleno español en la Champions League, con la clasificación ya matemática de Barcelona, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Real Madrid. El Sevilla cayó anoche 2-3 en casa ante el PSV y al dejarse remontar se despedía de la competición.
De momento, el único de los 4 españoles que ha asegurado la primera posición para ser cabeza de serie en el sorteo de octavos de final es el Madrid de Jude Bellingham, que se volvió a dar una fiesta en el 4-2 al Nápoles.
Partidazo de los que hacen afición con muchos goles, intensidad y buen fútbol, donde al final decidió un chaval, Nico Paz, que hizo el 3-2 en el tramo final del partido, rematado por un Joselu que convertía el cuarto y se quitaba la mala racha goleadora de encima.
Bellingham, el rey
Pero capítulo aparte merece lo del inglés, que lleva 14 goles en 15 partidos vestido de blanco y aporta fútbol y belleza a su equipo.
El partido empezó con susto para los blancos, con un 0-1 que marcaba el hijo del Cholo Simeone, cosas de la vida. 'Gio' metía el balón en la red pese a la gran parada de Lunin, jugada que no hizo falta revisar en el VAR gracias al sistema automático de medición para saber si el balón ha entrado completamente en la portería.
Pero ni 2 minutos dejó que pasaran el Madrid para especular con la derrota momentánea: Rodrygo confirmaba su buen momento de fútbol y goles con otro tanto, haciendo el 1-1 con talento y contundencia, dejando el balón en la escuadra.
Fue después el momento para Jude, con tanto en el 22 rematando de cabeza con clase y colocación, a (gran) pase de Alaba. Cuarto gol en 4 jornadas de Champions, marcando en todas ellas, otro récord que supera el joven inglés, Golden Boy de 2023.
Volver a marcar
La segunda parte arrancaba sin embargo con otro disgusto porque los de Ancelotti, tras su gran dominio en el primer tiempo, que pudo traducirse en algún gol más, salió relajado al campo. Empataba 2-2 Frank Anguissa en el 47 campando a sus anchas dentro del área, aunque marcando gracias a un trallazo de los que no salen todos los días.
Lejos de conformarse con un empate que le garantizaba la primera plaza del grupo de clasificación, el Madrid buscó incesantemente volver a ponerse por delante. Algo que no consiguió con Joselu, que había salido al campo por Dani Ceballos y que no estuvo acertado de cara al gol. Lo logró sin embargo el joven Nico Paz, quien sustituía a un tocado Brahim, que hizo un buen partido. El hispano-argentino, de 19 años, hizo un gol que nunca olvidará, revolviéndose de un contrario y marcando desde fuera del área con un buen disparo, aunque con cierta ayuda del portero visitante, Meret, que hasta ahora estuvo impecable.
Joselu se quitaba de encima la mala racha y los goles fallados con un 4-2 que sus compañeros celebraron con especial alegría por su compañero. La grada nunca le dejó de animar hasta que llegó ese tanto.
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