Florentino tenía razón: el gol por la escuadra que le marca a la UEFA

Este gol hará más daño que los que se marcan en el terreno de juego: Florentino Pérez tenía razón y ha vencido a la UEFA en los tribunales.

Nada más y nada menos que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado que el organismo europeo del fútbol no puede vetar ninguna otra competición que libremente quieran crear los clubes.

Y más importante aún: no puede amenazar con sanciones ni ejercer un "abuso" de "poder dominante" en el mercado del fútbol porque va contra la esencia misma de la libertad de empresa y asociación de los pilares fundacionales de la UE.

Dicho de otra manera: Florentino tenía razón en todo. Gana en los tribunales, pero también se lleva la victoria moral porque la UEFA queda retratada como una organización mafiosa, que ejerce abuso y que amenaza a los clubes, que son la esencia del fútbol y la base del deporte.

"Este día marcará un antes y un después. Es un gran día para la historia del fútbol y para la historia del deporte".#RealMadrid pic.twitter.com/YllFGQuyQD

— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 21, 2023

Los clubes son los que montan este deporte. Pagan a sus jugadores, edifican estadios, financian competiciones y ceden internacionales a sus selecciones. Pero la UEFA, lejos de simplemente regular y gestionar, ha pasado a ser una suerte de autoridad supranacional monopolística que ahora ha sido limitada por la Justicia europea.

Y lo peor: la UEFA no puede sancionar. Una postura propia de la mafia y de dictadores que se mostró rápidamente contra el Real Madrid y otros clubes por querer defender otro proyecto paralelo.

La nueva-vieja Champions

Ha ofrecido a cambio una reforma, más dinero y una nueva Champions League tras el fracaso continuo de su competición. Eso por no hablar de sus terribles inventos de la Europa League y la Conference League. Una confusión terrible para los aficionados al fútbol al no saber a qué competición atenerse. Eso por no hablar del plano de las selecciones internacionales. Al calendario ya saturado de por sí se le añadió una Nations League, la Liga de Naciones, otra competición aparte de la Eurocopa y los Mundiales, que satura más el panorama.

La nueva Champions no es la solución, ha sido impuesta por la UEFA y una falsa asociación de clubes europeos (la ECA) que lidera el PSG. Ejem, ejem. Un caos de equipos que ni siquiera garantiza ver todos los años un Real Madrid-Manchester City, un Barcelona-Liverpoool o un Atlético-Juventus cada temporada. Como curiosidad, desde que Cristiano Ronaldo dejó el club blanco en 2018, nunca más se cruzaron en Europa pese a que el portugués estuvo en la Juventus y el Manchester United posteriormente, hasta finales de 2022. No es cuestión de mala suerte: es que el sistema de competición por grupos era ridículo. Ahora, con una mezcla entre el formato actual y la Superliga, se mejora el futuro del torneo, pero no se garantiza la viabilidad del fútbol del futuro ni los ingresos para sostener el enorme gasto que supone tener un equipo competitivo. Salvo, claro está, para los grandes clubes-Estado que se benefician de los fondos soberanos qatarís o emiratíes. Y ojo, que ahora vienen los saudíes. Muy europeo todo.

El sueño de la Superliga

La UEFA y los críticos de la Superliga estuvieron años afirmando que este proyecto con el que soñó Florentino era contrario a la esencia del deporte rey y que amenazaba el futuro del fútbol base. Todo lo contrario. La Champions es sólo un sueño real para los City y PSG de la vida, por no hablar de los clubes ingleses, donde las inversiones extranjeras son faraónicas. Nunca un Villarreal podrá ganar la Champions, o un Eintracht de Frankfurt. Con el sistema de Superliga nada era imposible: había un proyecto para acceder a la primera categoría por méritos deportivos y después había igualdad de condiciones al ser un formato de todos contra todos.

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