La campaña para presentar la declaración de la renta de 2022 comenzó el pasado 11 de abril, una cita obligada para muchos, especialmente para los autónomos.
En la renta los contribuyentes se ponen al día con el fisco para pagar los impuestos que no han abonado durante el ejercicio anterior o bien para que Hacienda les devuelva la cantidad cobrada de más.
La situación de cada uno dependerá de su sueldo, sus circunstancias personales como estar casado, tener hijos, viviendas...etc.
Para los trabajadores por cuenta ajena es un proceso relativamente sencillo y además hay un grueso amplio de personas que no están obligadas a hacer la declaración, pues los que hayan ganado menos de 22.000 euros (de un solo pagador) pueden decidir no hacerla.
En el caso de los trabajadores autónomos es un proceso más complejo ya que por lo general hay multitud de facturas y burocracia que rellenar para que todo cuadre. Pero al igual que con los empleados por cuenta ajena, existen algunos autónomos exentos de presentar la declaración de la renta.
Autónomos que han ganado un máximo de 1.000 euros anuales
En general, todos los autónomos tienen que presentar la renta, pero la normativa recoge que aquellos que hayan ingresado 1.000 euros o menos durante todo el ejercicio, están exentos.
Así lo recoge la ley 35/2006 en materia de IRPF, que también contempla que los autónomos que durante 2022 hayan sufrido pérdidas patrimoniales de 500 euros o más, están exentos de hacer la declaración de la renta.
Unas exenciones que, por lo general, afectan a muy pocos autónomos de los más de 3 millones que hay en la actualidad.
Unos ingresos totales de 1.000 euros o menos al año los suelen tener los que han comenzado su actividad a finales de año o están atravesando momentos muy críticos.
En 2024 todos estarán obligados
Estar exento no implica no poder hacer la declaración, pues los expertos recomiendan hacer siempre el borrador y en función del resultado decidir.
En el caso de los autónomos además hacer la declaración conlleva poder acceder a una serie de deducciones tanto de las comunidades como a nivel estatal.
Pero la renta 2022 será la última que los autónomos con posibilidad puedan no presentarla, pues la modificación legislativa sobre el IRPF del verano pasado elimina esta exención.
A partir del año que viene todos los autónomos tendrán que presentar la declaración de la renta independientemente de si sus ingresos son mayores o menores de 1.000 euros.
Todas aquellas personas que en algún momento de 2023 hayan estado inscritas como autónomas, aunque luego se hayan dado de baja, deberán presentar la renta en abril de 2024.
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