Las Encuestas de Consumidores de la Universidad de Michigan vienen mostrando que la tasa de inflación prevista para el próximo año por los estadounidenses sigue aumentando. En diciembre, los consumidores esperaban una tasa de inflación anual del 2,8%. La cifra de la encuesta aumentó al 4,3% en febrero, al 5% en marzo y al 6,7% en abril, según datos preliminares publicados el pasado viernes. Esta última cifra de expectativa de inflación es la más alta registrada desde 1981. En medio de un creciente temor a la campaña de aranceles del presidente Trump, el índice de confianza del consumidor de la universidad cayó a 50,8 en abril desde 57 en marzo. En diciembre, el índice se situó en 74. Y ayer, la encuesta de la Fed de Nueva York también mostró que las expectativas de inflación a corto plazo de los consumidores han aumentado.
Mientras tanto, en un momento en que el comercio mundial es incierto, el próximo gobierno de Alemania espera potenciar el consumo interno para revivir el estancado crecimiento de una economía que ha sido impulsada durante décadas por las exportaciones. El candidato a canciller ha anunciado políticas, como recortes de impuestos y el aumento del salario mínimo, con el objetivo de aumentar el poder adquisitivo y apoyar la demanda interna. Sin embargo, hay dudas sobre si las medidas anunciadas serán suficientes para persuadir a los alemanes, que se encuentran entre los mayores ahorradores del mundo, a gastar más. Desde 2023 el consumo interno en Alemania se ha estancado y la tasa de ahorro de los hogares alcanzó el 20% el año pasado, por encima del promedio de la UE del 15%.