España acuñará una moneda de 2 euros conmemorativa por la presidencia de la UE de curso legal

Desde el 1 de julio, España preside el Consejo de la Unión Europea. Durante los próximos 6 meses buscará ser el epicentro de numerosas decisiones que afecten a Europa, como cerrar negociaciones sobre la transición ecológica, agenda social y la transformación digital. Dada la importancia del hecho, España emitirá una moneda para conmemorar este periodo en el que será un foco dentro de la agenda europea.

¿Cómo será esta nueva moneda?

Tendrá la misma apariencia que otras monedas de 2 euros que ya están en circulación, pero la diferencia está en una de las caras, la nacional, que es la que identifica a cada país emisor. En este caso, se muestra un diseño elaborado para la ocasión.

En ella aparecen 2 elementos nuevos. Primero, en el centro, el logotipo de la Presidencia española del Consejo de la UE (que aparece como UE 23), y alrededor hay 2 leyendas que completan el logo y lo rodean en forma de círculo: España 2023 - Presidencia española y Consejo de la Unión Europea.

Entre uno y otro, de forma más discreta, está el símbolo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) con una letra M coronada. En el anillo exterior están representadas las 12 estrellas que componen la bandera de la Unión Europea (UE).

"Lo que sucede en este caso, como peculiaridad, es que esta moneda es de curso legal y no está acuñada en un metal noble", ha explicado a 'RTVE.es' Jesús Vico, presidente de la Asociación Española de Numismáticos Profesionales.

Como indicó el experto, en otras ocasiones se emiten monedas destinadas al coleccionismo y hechas en oro y plata, de modo que su valor real está determinado por su material de fabricación. Por el contrario, la que ha salido este mes de junio es de cuproníquel (una aleación de cobre, níquel y elementos sólidos como hierro y manganeso) y su valor es el que representa, de 2 euros.

1,5 millones de unidades que circularán por Europa

La moneda comenzó a emitirse el pasado 1 de junio, como consta en el diario oficial de la UE, con una tirada inicial prevista de 1,5 millones de unidades.

Además, como indica la UE, es de curso legal en toda la zona euro, es decir, circularán de forma normal por los países que la integren. Se trata, por tanto, de una divisa de uso comercial y, por ello, cualquier ciudadano podrá encontrarse con una de ellas si realiza una adquisición con dinero en metálico.

No obstante, es preciso recordar que las probabilidades no son muy elevadas, ya que se lanza una cantidad limitada que, además, es pequeña en comparación con la cantidad de monedas en circulación.

No es la primera vez que se hace

Emitir este tipo de moneda no es algo nuevo. En 2010, la última vez que España presidió el Consejo de la UE, también acuñó una moneda conmemorativa del evento fabricada en plata, con un valor facial (el asignado en el momento de fabricación) de 12 euros.

Entonces tuvo una serie limitada de 7.000 unidades y mostraba los rostros de los entonces reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía. Hizo lo mismo en 2002, pero entonces tampoco era circulante y tenía un valor de 2.000 pesetas. Estas divisas tenían un carácter más coleccionista que la moneda puesta en circulación este mes de junio.

Además, tampoco es el único país que ha hecho esto. Cuando Francia asumió la Presidencia del Consejo de la UE en 2008 emitió una moneda similar a la que ha lanzado España este año, algo que más recientemente han hecho Letonia en 2015, Eslovaquia en 2016 y Portugal en 2021, entre otros.

Como indica la FNMT, desde 2004 los estados miembros de la UE tienen la facultad de emitir y poner en circulación una moneda conmemorativa de 2 euros cada año que tenga una simbología especial en su cara nacional, como ha hecho España en esta ocasión.

En 2022 se emitió una en honor al V Centenario de la Vuelta al Mundo, en 2021 conmemoró a la ciudad de Toledo y en 2020 se dedicó al arte mudéjar de Aragón. Estas monedas pueden consultarse en la web de la FNMT.

Valor financiero, pero también simbólico, cultural y político

El objetivo de estas monedas conmemorativas engloba un fin de difusión cultural y artística, pero también sirve para homenajear algunos acontecimientos históricos. Así, además de su valor transaccional, tiene un valor simbólico que representa parte de la identidad y la cultura que quiere proyectar el país que la emite. Por ejemplo, se pueden encontrar monedas como la de 2 euros lanzada en 2005 para conmemorar el IV centenario de la primera edición de la obra de Miguel de Cervantes, o la que Italia sacó en 2013 por el 200 aniversario del nacimiento del compositor Giuseppe Verdi.

Además de este tipo de patrimonio, también pueden emitirse para reflejar la importancia de ciertos eventos políticos de calado internacional, como es el caso de la Presidencia española en este Consejo de Europa.

"Desde la antigüedad -como puede ser la época griega- y hasta ahora, la moneda siempre ha sido un elemento financiero, pero también un producto de marketing para conmemorar o reflejar algo relacionado con el territorio que la emite", señaló Vico.

De este modo, sirve para "sacar músculo", al igual que ya se ha hecho anteriormente por otros motivos, y que "se hace en un momento importante para el país como es la Presidencia española de la UE, algo que no ocurre muy a menudo".