Ayer en Madrid se celebró el encuentro “Política monetaria en un nuevo escenario económico y geopolítico” en el que participaron Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, y Luis de Guindos, vicepresidente del BCE.
El primero dibujo una economía de EE.UU. que sigue creciendo por encima de la tendencia, pero también advirtió que los modestos ajustes de la política monetaria no serán suficientes para contrarrestar las posibles turbulencias, dejando la puerta abierta para nuevos recortes de tipos de interés en caso de ser necesario. "Iremos a nuestra próxima reunión, discutiremos sobre lo que es apropiado, y estoy extremadamente abierto a hacer un ajuste si esa es la política apropiada", dijo el funcionario estadounidense, después de destacar también la reciente contracción del sector manufacturero de EE.UU. como uno de los riesgos a la baja para el crecimiento. A este dato, se sumaba ayer el publicado por ISM relativo a la actividad del sector de servicios en EE.UU. cuyo índice se desaceleró a un mínimo de tres años en septiembre, aumentando con ello las expectativas de que el informe del empleo que hoy se publica muestre otro mes de crecimiento moderado en la contratación.
Por su parte, el vicepresidente del BCE apuntó la necesidad de que la institución monetaria europea combata el fantasma de la “japonización”. Debe combatir las expectativas de baja inflación para impedir que se conviertan en profecías autocumplidas. Para Guindos parte de la solución sería crear un esquema fiscal centralizado y ágil en la zona euro que jugaría un papel más activo en el impulso de la economía.