Encuentro en Sintra

En el primer día del foro anual del BCE celebrado ayer en Sintra, la presidenta de la institución monetaria europea apuntó que el próximo programa de compra de bonos frenará el aumento desordenado de los costes de endeudamiento de los países vulnerables de la eurozona, al tiempo que mantendrá la presión sobre los Estados para que mantengan sus presupuestos en orden.

Sus comentarios sugieren que este nuevo plan probablemente vendrá con algunas condiciones para los países que se beneficien de él. "El nuevo instrumento tendrá que ser eficaz, a la vez que proporcionado, y contener suficientes salvaguardias para preservar el impulso de los Estados miembros hacia una política fiscal sólida", declaró.

Según fuentes, estas condiciones serían relativamente ligeras, como el cumplimiento de las recomendaciones económicas de la Comisión Europea, que los países ya tienen que acatar para asegurarse la financiación de la UE. En este sentido el gobernador del banco central belga ha llegado a decir que el plan del BCE debería ser ilimitado y venir sin condiciones onerosas, pero que sólo debería concederlo a los países con planes fiscales creíbles.

Mientras tanto, el presidente de la Fed de Nueva York abogó ayer por nuevas subidas rápidas de los tipos de interés para desacelerar la economía y la inflación, incluida una posible segunda subida de 75 puntos básicos en julio, pero dijo que no espera una recesión en Estados Unidos.