El presidente de la Fed de St.Louis mostró ayer su disconformidad con la política que, teniendo en cuenta sus últimos comunicados, parece que aplicará la Fed de aquí a final de año. Su opinión es que la institución monetaria debería postergar nuevas subidas de los tipos de interés porque la postura de la política monetaria ya está en un punto neutral o posiblemente restrictivo. El funcionario ha advertido en repetidas ocasiones contra el plan del banco central estadounidense de seguir subiendo su tipo referencial, haciendo referencia a las señales de los mercados financieros como el mejor indicador de cómo deberían actuar las autoridades de la Fed. Una curva de rendimiento invertida, con tipos a corto por encima de los tipos a largo, ha precedido a casi todas las recesiones sufridas por EE.UU. en los últimos tiempos, y él espera que la curva se invierta a finales de año o en 2019. Mientras, aquí en Europa, el partido regional bávaro alemán CSU, aliado de la canciller alemana, en un comunicado señalaba que el BCE debería finalizar rápidamente su programa de compra de activos y poner fin a su política de tipos de interés bajos. "Queremos poner fin a la política de tipos de interés bajos. El BCE debe terminar su programa de compra de bonos lo más pronto posible". La petición coincidió con la publicación de un favorable dato macro en Alemania. El crecimiento del sector servicios alcanzó un máximo de seis meses en agosto, debido a que las empresas han creado puestos de trabajo al ritmo más rápido en casi 11 años, lo que sugiere que el repunte impulsado por la demanda interna del país se mantendrá en el tercer trimestre.