Un informe del empleo clave

Ahora que parece que por el momento la posible crisis financiera se ha solventado, los responsables de la FED se enfrentan ahora a la difícil disyuntiva de saber si la demanda en la economía estadounidense está cayendo y si lo está haciendo lo suficientemente rápido como para reducir la inflación. Los datos publicados el pasado viernes mostraron que el índice de inflación preferido por la FED seguía siendo del 5% anual, más del doble del objetivo del 2%, y las proyecciones publicadas en su reunión del 22 de marzo indicaban que los tipos debían subir un poco más. En esas proyecciones se incluía un aumento de la tasa de desempleo, del 3,8% actual al 4,6% a finales de año, y una desaceleración del crecimiento. Esa disyuntiva se mantendrá hasta la próxima reunión de política monetaria de la FED, que se celebrará los días 2 y 3 de mayo, en la que sus responsables decidirán si siguen adelante con otra subida de tipos de 25 pb y otras subidas más, o si se las aplazan ante los primeros indicios de que los consumidores están sintiendo ya los efectos de la restricción del crédito y el encarecimiento de los préstamos. La publicación del informe de empleo de marzo el próximo viernes será un indicador clave para ver si la fortaleza del mercado laboral se está calmando, algo que también provocaría una ralentización del consumo. Si el mercado laboral cede, la demanda debería reducirse y empujaría la producción de la economía estadounidense lo suficientemente por debajo de su potencial como para que los precios caigan.