Desde el día 1 de enero de 2023 el IVA de algunos productos se redujo del 10 al 5% en algunos alimentos y se eliminó en los productos denominados de "primera necesidad".
Una medida que implementó el Gobierno para paliar los efectos de la crisis de la guerra de Ucrania y de la inflación.
Un plan para ayudar a que las familias más vulnerables tengan menos problemas a la hora de hacer la compra y tengan más facilidades para poder adquirir productos básicos.
Pero según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), la reducción del IVA podría acabar beneficiando más el ahorro de las familias con mayor renta.
Las rentas altas ahorrarán 60 euros frente a los 22 de las más bajas
El organismo destaca que, pese a que en términos relativos es un plan que beneficia a las rentas más bajas (para que dediquen menos dinero a la compra de alimentos básicos), el coste de dicha medida es "innecesariamente elevado".
Y es que subrayan que, en términos absolutos, la medida beneficia mucho más a las personas u hogares con rentas más altas que "no necesitan esa ayuda".
En el informe recogen que la medida del Gobierno tendrá un coste de unos 700 millones de euros. Alrededor de la mitad del presupuesto iría destinado a favorecer a los hogares con mayor renta.
Aunque no consideran mala la iniciativa, desde FEDEA creen que sería más "equitativo,eficiente, efectivo y barato" desarrollar un plan de ayudas directas a las personas con renta o ingresos más bajos. Ponen como ejemplo la ayuda de 200 euros aprobada por Real Decreto.
Insisten en que aunque la bajada del IVA tiene un efecto más inmediato, afecta tanto a los consumidores con ingresos muy bajos como a los que tienen ingresos altos; mientras que los planes de ayudas directas llegan solo a las personas que los soliciten y que cumplan los requisitos. Aunque también reconocen determinados fallos en la gestión de este tipo de ayudas y sus inconvenientes.
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