El manual de voz, un recurso imprescindible en el crecimiento de una empresa

Querer que un negocio tenga éxito es el objetivo de cualquier empresario. Sin embargo, los pasos que hay que dar para llegar a esta meta no son tan sencillos. La razón es que existen numerosas personas queriendo vender sus productos y servicios a los usuarios. Por ello, hay que trabajar para conseguir destacar entre la competencia y llamar la atención de los clientes a partir de una estrategia determinada. Uno de los pasos adelante más aconsejables en estos casos es crear el manual de voz, una técnica que unirá a un mismo equipo para saber qué camino escoger con el fin de llegar a un punto determinado con las mayores facilidades posibles.

¿Qué es un manual de voz?

Un manual de voz es un documento corporativo con el que cuentan numerosas empresas para marcar unas pautas que todos sus integrantes deben respetar para, por ejemplo, realizar la elaboración de textos. Si hay una parte esencial de una marca, esas son las palabras, por lo que deben usarse de un modo eficiente con el fin de que la comunicación externa y la comunicación interna sean excelentes. Esta guía de Agencia MyContent es ideal para que directivos, periodistas, community managers y publicistas sepan qué directrices seguir para construir una narrativa convincente y sólida, y crear un discurso único.

Cuando se habla de la filosofía de una marca, no solo hay que tener en cuenta las imágenes, sino también las palabras. Por ello, un manual de voz es esencial en cualquier negocio, recordando, al elaborarla, conceptos fundamentales como la misión, la visión y los valores.

Siempre es esencial organizar unas normas de redacción básicas, como ser coloquial o formal; utilizar cierta jerga o dejarla completamente a un lado; o usar abreviaturas o usarlas de manera constante para que los usuarios las asocien a la marca.

Describir el estilo

Es imprescindible marcar un estilo concreto a la hora de redactar un texto para una empresa. De este modo, lo aconsejable es definirlo a partir de adjetivos, como directo, juvenil, elegante, dinámico o sencillo. Asimismo, hay que concretar la forma en la que se escriben ciertas palabras para que se cree una conexión directa con la marca, teniendo en cuenta, por ejemplo, el uso de minúsculas o mayúsculas.

Si por algo debe caracterizarse el manual de voz es por ser un documento sencillo y claro que no cuente con más de diez páginas. Asimismo, su diseño debe de ser atractivo y debe informar de manera adecuada a toda persona que forme parte de la empresa.

¿Qué pasos seguir para crear un manual de voz?

Existen algunos pasos básicos a la hora de elaborar un manual de voz. Todos ellos deben de ser claros y concisos, pues todo el equipo debe seguirlo para crear un trabajo conjunto ideal para el negocio. Los más destacados son los siguientes:

• Introducción: En este paso es necesario desarrollar una breve descripción que defina la importancia del documento que va a elaborarse. De este modo, se explicará para qué son necesarias las pautas descritas a continuación y para quién van dirigidas.
• Filosofía: Dentro de este apartado es necesario hablar de la misión, de la visión y de los valores. Es imprescindible que todos los trabajadores que vayan a hablar de la marca o en su nombre conozcan estos conceptos en profundidad y los interioricen mientras estos no se modifiquen.
• Tono: Este punto define la forma en la que una persona que forma parte de la marca se va a dirigir al público. De este modo, se establecen adjetivos para definirlo, como puede ser formal, elegante, sobrio, juvenil o divertido.
• Normas básicas: En este aspecto se analizan pautas a seguir para que todo texto presuma de una personalidad concreta. Por ejemplo, se indica si es necesario evitar tecnicismos, apostando por un lenguaje más claro; o si es necesario evitar las abreviaturas y la puntuación excesiva.

Palabras clave: Dentro de las palabras clave se indica cómo tienen que escribirse los conceptos más destacados y que están asociados con la marca, como podría ser, por ejemplo, “Coca-cola” o “Cocacola”, teniendo en cuenta detalles tan sencillos como el hecho de hacerlo junto o separado.