Fin de las vacaciones: me divorcio...

El verano es la época del año que esperamos con más ansias y en muchas ocasiones esas ansias se convierten en agotamiento emocional, pero ¿por qué ocurre esto?

Uno de los motivos principales es la falta de comunicación en la pareja, pues durante el año estamos expuestos al estrés de nuestros puestos de trabajo, la organización de la casa, el tiempo limitado para descansar y para disfrutar de la familia sin presiones.

El verano tiene un significado social de relajación en todos los ámbitos. Sin embargo, la realidad no es esa, pues la organización de las vacaciones también supone un esfuerzo, unos acuerdos, en definitiva, es un trabajo más. Esta organización supone discusiones de pareja que retroalimentan la falta de comunicación durante el año.

Otro elemento esencial, es el cuidado de los hijos, ya que durante la vida cotidiana tenemos menos tiempo para dedicarles a nuestros hijos y es en verano cuando el tiempo es un elemento negativo, no sabemos cómo pasar tiempo con nuestros hijos.

La cuestión económica también es un elemento a considerar, pues el verano propicia las ganas de salir y disfrutar del ocio. Si la situación económica no lo permite, se genera una frustración, que si la gestionamos mal, provocará discusiones y los problemas de pareja aumentarán.

El verano es el momento de adaptarse al otro y dejar a un lado nuestras preferencias. Nuestras costumbres en la vida rutinaria, pueden llegar a ser muy negativas, pues dejamos de prestar atención a la familia o a la pareja y nos centramos en nuestras prioridades rutinarias, como es el trabajo.

Enquistar un problema, es el pistoletazo de salida a la decadencia de la relación, pues sumado a la falta de comunicación, tendremos como resultado la discusión continua sin vislumbrar un ápice de interés por solventar los problemas, haciéndonos cada vez más fríos, egoístas y distantes.

Podemos anticiparnos a todo esto y planificar juntos, priorizar lo que has creado, dar importancia a las actividades sexuales puesto que son un vínculo importante de la pareja, ajustar el tiempo para estar juntos y para dedicar tiempo a cada uno. No debemos olvidar que la comunicación es imprescindible, debemos utilizar la empatía y ponernos en el lugar del otro, debemos respetar los tiempos de cada uno y llegar a acuerdos beneficiosos para los miembros de la pareja y familia.

Análisis elaborado por Paloma López & Rocío Gavilán, del gabinete 'Psicología Velázquez'
Calle Velázquez 53, Madrid - 650541532
www.psicologiavelazquez.com