La Corte Supremo de Estados Unidos ha facilitado este jueves que personas de orígenes mayoritarios, como las blancas o heterosexuales, puedan presentar demandas por "discriminación inversa" en su lugar de trabajo.
Esto ocurre después de que se haya decidido sobre el caso de una mujer de Ohio que alegó que se le negó un ascenso y fue degradada por heterosexual.
Los jueces del Supremo, en un fallo de 9-0 anularon la decisión de un tribunal inferior que rechazaba una demanda de derechos civiles presentada por la demandante, Marlean Ames, contra su empleador, el Departamento de Servicios Juveniles de Ohio.
Ames afirmó que tenía un supervisor gay cuando la pasaron por alto para un ascenso en favor de una mujer lesbiana y la degradaron con una reducción salarial.
De esta forma, impugnó un requisito utilizado por algunos tribunales estadounidenses que exige que los demandantes de grupos mayoritarios aporten más pruebas que los demandantes minoritarios para presentar una demanda inicial de discriminación, en virtud de un fallo de la Corte Suprema de 1973, que rige el proceso de varios pasos empleado para resolver estos casos.
Entre estos tribunales se encuentra el Tribunal de Apelaciones del Sexto Circuito de Estados Unidos, que falló en contra de Ames.
Exigía que los demandantes de grupos mayoritarios demuestren circunstancias que indiquen que un acusado de discriminación laboral es "ese empleador inusual que discrimina a la mayoría".
Ames, de 61 años, presentó una demanda en 2020 solicitando una indemnización por daños y perjuicios y argumentó que fue discriminada en las decisiones de empleo de su departamento en 2019 por ser heterosexual, en violación del Título VII, y que estaba más cualificada que las 2 personas homosexuales a las que se les asignaron los puestos en lugar de a ella.
"Yo era heterosexual y me dejaron de lado por ellos", declaró Ames.
Trump ordenó desmantelar las políticas de diversidad, equidad e inclusión

En su primer día de regreso al cargo en enero, el presidente republicano Donald Trump ordenó el desmantelamiento de las políticas de diversidad, equidad e inclusión en las agencias federales y animó a las empresas privadas a seguir el ejemplo.
Estos grupos afirmaron que la investigación de las "circunstancias de fondo" permite a los tribunales tener en cuenta la realidad de la discriminación histórica y actual "contra ciertos grupos minoritarios como las personas negras y/o LGBTQ, y la práctica ausencia de discriminación generalizada contra ciertos grupos mayoritarios como las personas blancas y heterosexuales".
La Corte Suprema escuchó los argumentos del caso el 26 de febrero de 2025.