Durante la primera jornada de la 94ª Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), celebrada ayer jueves, RTVE ha propuesto abrir un debate acerca de la presencia de Israel en la próxima edición del Festival de Eurovisión.
La solicitud ha sido respaldada por otros países, que han mostrado su apoyo a la iniciativa española.
El secretario general de RTVE, Alfonso Morales, abrió la sesión al tomar la palabra y fue el encargado de exponer la postura oficial de la Corporación. En su intervención, RTVE reclamó formalmente un análisis "serio y profundo" dentro de la UER sobre la participación israelí en el certamen musical.
Desde la Corporación se destacó la necesidad de encontrar una solución antes de la próxima Asamblea General, programada para diciembre, tras constatar que la inclusión de Israel ha desviado la atención hacia temas políticos, alejando el foco de los valores fundamentales del festival: la cultura, el arte y la música.
El sistema de votación
RTVE también ha puesto sobre la mesa la necesidad de revisar el sistema de votación utilizado en el concurso. Según la radiotelevisión pública española, resulta prioritario minimizar el impacto de los votos motivados por simpatías derivadas de conflictos bélicos o situaciones de guerra.
Este tipo de influencias, según se argumentó, pueden distorsionar la esencia del certamen y afectar su credibilidad como plataforma dedicada principalmente al entretenimiento y la creatividad artística.
La posición de RTVE refleja las preocupaciones observadas recientemente, donde la participación de Israel ha generado polémica y polarización, desviando la atención mediática hacia cuestiones geopolíticas en lugar de centrarla en los aspectos culturales que definen al evento. Para la Corporación, este desequilibrio pone en riesgo la integridad y el propósito original del Festival de Eurovisión.
La polémica de 2025
Ya a finales de mayo, el presidente de RTVE, José Pablo López, revelaba que el director del Festival de Eurovisión, Martin Green, le envió una carta en la que se plantea realizar "una reflexión conjunta" sobre aspectos clave del certamen. Entre ellos destacan la participación de la televisión pública israelí, una posible "reforma pactada" del sistema de votación y televoto, así como la realización de una auditoría externa e independiente.
Mientras tanto, el productor televisivo sueco Martin Österdahl, supervisor ejecutivo del Festival de Eurovisión desde 2020, dejará el cargo este verano, según anunció la organización del certamen en un comunicado. De momento no hay vinculación oficial con la polémica de Israel.
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