Safo de Lesbos. Escritora, poeta. Vivía rodeada de una corte de mujeres hermosas que practicaban lo que desde entonces se llamaamor sáfico. Amor entre mujeres Hipatia de Alejandría.Cultísima, liberal, y sabia heterodoxa. Murió asesinada por los cristianos a cuya doctrina se oponía. Cleopatra. Reina de Egipto. Aliada, enemiga y amante de Cesar y de Marco Antonio. Prefirió morir por la picadura mortal de un áspid a entrar como esclava en Roma. La iconografía de la época la representa poco agraciada, muy lejos de Liz Taylor que la encarnó en el cine.
Ana Bolena. Favorita de Enrique VIII, esposa consorte de gran influencia en los asuntos políticos de su marido, que acabó decapitándola acusada, injustamente al parecer, de adulterio, incesto y traición. Alejandra Kollontai. Bolquevique, revolucionaria, leninista. Pionera del feminismo actual. Se le atribuye el aserto, la revolución será feminista o no será. Virginia Wolf. Escritora vanguardista. Reivindicaba para la mujer un cuarto propio donde poder escribir a solas. Se suicidó llenándose de piedras,que la impidiesen flotar al adentrarse en el río, los bolsos de su abrigo.
Ava Gardner. Actriz. El animal más bello del mundo, dijeron. En España se bebió la vida a tragos largos y profundos. Mario Cabré, buen torero y mediocre poeta, se enamoró de ella y le dedicó un libro de poemas. Pero ella seguía enamorada de Frank Sinatra, que le regalaba joyas de 15.000 dólares y una vez se presentó en España rodeado de mafiosos y acojonó a Mario Cabré. Una noche, tambaleante, se apoyó en mi hombro para subir las escaleras del Hotel Palace. Pero no pasé del ascensor.
Lucía Bosé. Bellísima y gran actriz relacionada con la más sofisticada intelectualidad italiana. Se enamoró y se casó con Luis Miguel Dominguín, dominados ambos por una pasión fulminante y devastadora. El matador, el seductor cosmopolita al que después llamaba despectivamente el torero. Separada de Luis Miguel, frecuentaba el pub Oliver, de Adolfo Marsillach. Invitaba a todos los poetas, que éramos noctámbulos e impecunes. Empezó a escribir versos. Y durante algún tiempo, todos los meses, Carlos Oroza, el poeta beat, recibía un sobre anónimo con dos mil pesetas dentro y una cuartilla de papel rosa, con unos labios rojos impresos que, sospechábamos, era de Lucia.
Madame Curie. Una inteligencia y un talento cumbres. Científica, investigadora. Abrió nuevos e insospechados caminos a laciencia con sus descubrimientos. Dos veces Premio Nobel, de la Academia Sueca, una de ellas compartida con su marido, Pierre Curie. Frida Khalo. Pintora del sufrimiento, poeta del dolor; vivió de cerca el asesinato de su amigo León Trotsky por Ramón Mercader, la larga y criminal mano de Stalin. Paralítica y sufriente tras ser arrollada por un tranvía. Víctima, más que compañera y alumna, del muralista grande Diego Rivera.
Romy Schneider. La cursi y empalagosa emperatriz Sisí se convirtió en una estupenda y bellísima actriz y en una mujer trágica atormentada por la muerte de un hijo clavado en las puntas de una reja. Esposa y enamorada del actor más bello del mundo, el canalla Alain Dellon, que la hizo infeliz. Dellon se ha dedicado últimamente a la noble causa de promover el derecho a la eutanasia. Los vi a ambos en un viaje a Marruecos, en 'La piscina', una película tórrida y masoquista, que no sé si se estrenó en la España de Franco. En ella, Delon le azota la espalda hasta hacerle sangrar, con una rama de árbol, entre gemidos que no se sabe muy bien si son de placer o de dolor.
Gina Lollobrígida. Belleza y talento. Gran actriz. La conocí en la taberna Gayango tomando manzanilla de Sanlúcar, con Pepe el de la Matrona que trataba de revelarle los secretos imposibles del flamenco. La gran rival artística de Sofía Loren, de la que decía que debía todo a su matrimonio con el productor Carlo Ponti. Sofía Loren. Bella, gran actriz y talentosa. Inteligencia por encima de su indiscutible belleza. Odiaba a la Lollo y la Lollo la odiaba a ella. Si Lollobrígida se consideraba mejor actriz que la Loren, los tres Oscar y otros premios que obtuvo esta, parecen ponerlo en cuestión.
Ingrid Bergman. Un mito, Casablanca, un suponer. Tócala Sam, toca otra vez nuestra vieja canción.Siempre le quedó París. Y Bogart, viejo amor desesperado;de todos los bares del mundo has tenido que venir al mio. Marlene Dietrich. Alemana y antinazi. Las piernas más espectaculares del cine universal. Genial en Testigo de cargo, con Tyrone Power y Carles Laugton en estado de gracia. El ángel azul.
Katherine Hepburn. Actriz inimitable. Cuatro Premios Oscars la contemplan. El mayor mito de Hollywood de todos los tiempos. Carácter indomable. La epopéyica reina de Africa. Memorable. Casi aniquila a un Bogart agarrado a la botella, fiebres, malaria. Eterna compañera clandestina de Spencer Tracy. Coco Chanel. Diseñadora alta costura. Perfumes. Una de las personas más influyentes del siglo XX. Edif Piaf. El gorrion. Cantante genial y desgraciada. Grace Kelli. De diosa cinematográfica de Hollywood a Princesa de Mónaco casada con Rainiero. Acabó alcohólica
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