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Tricky devolvió a su concierto en Madrid sólo la 'mitad' de su grandeza de los 90

Tricky devolvió a su concierto en Madrid sólo la 'mitad' de su grandeza de los 90

jueves 17 de marzo de 2016, 10:52h
Empecemos por el final, el concierto había durado poco más de una hora, en la Joy Eslava ya habían puesto la música, en concreto el 'I'll go crazy' de James Brown, y la gente no tenía muy claro lo que había visto, entonces las luces se apagan vuelve Tricky al escenario y se tocan el 'Do you love me now' de las Breeders, como durante todo el concierto la voz de Adrian Thaws es apenas un murmullo y el que lleva la voz cantante es el guitarra. Agradecimientos y fin.
Como ese extraño final fue gran parte del concierto, Tricky volvía por segunda vez en un año a Madrid y volvía a lograr una sala llena. Muchos de los que estábamos allí lo hacíamos por respeto a una figura que a comienzos de los 90 ayudó a crear, junto a Massive Attack, el trip hop. El hombre que con su disco de debut, 'Maxinquaye', grabó una de las grandes obras maestras de esa década. Cierto es que su discografía no ha vuelto a igualar a aquel mito, pero tampoco le faltan canciones en su cancionero. La novedad de esta visita era la presentación del proyecto colaborativo 'Skilled Mechanics' y el hecho de que, por primera vez, Tricky se pone en primer plano vocalmente sin apoyarse en las maravillosas voces femeninas que le han acompañado a lo largo de su carrera (en especial, Martina Topley Bird).

El resultado fue una versión mucho más rockera y menos atmósferica del autor de 'Hell is round the corner'. Como si tocara 'Black steel' (su excelente versión de los Public Enemy) durante una hora. Claro que de 'Maxinquaye' no sonó 'Black Steel' sino 'Overcome', con la voz femenina grabada de fondo. Y es que, en el fondo, lo mejor de Tricky siempre ha venido cuando él se ha mantenido en un segundo plano, utilizando su cavernosa forma de recitar como contrapunto vocal a las voces de sus 'partenaires'. Como foco principal se desenvuelve bien, se muestra orgulloso de su cintura de avispa y está rodeado de un aura de misterio que le va bastante bien pero vocalmente no responde a la tarea. Apenas rapeó nada y se dedicó a repetir estribillos machacones sobre unos potentes riffs guitarreros. A veces conseguía así algunos momentos hipnóticos de cruda intensidad pero la poca variedad saturaba.

El comienzo fue con 'You don't wanna' quitándole la parte vocal de Ambersunshower, el resultado una especie de 'Smells like teen spirit' tocado por los Eurythmics, en el que toda la aportación de Tricky era mantenerse de espaldas al público balanceándose ligeramente. Aun así, fue un buen comienzo, inquietante y creando misterio sobre su figura. Pero, como decía, el concierto no tuvo mucha continuidad. No ayudó que a la media hora se fueran duarnte cinco minutos. Eso sí, hubo momentos intensos como en 'My Palestine girl', 'Sun down' o 'Vent' pero se echó de menos otra presencia vocal para que todo no sonara tan monocorde. Sobre todo cuando en 'Parenthesis' y ‘Diving Away’ el guitarrista y el batería demostraron que en la sala sí que había un par de grandes vocalistas. No es que le pida a Tricky que lo sea él, pero sí que vuelva a contratar a alguien que pueda cantar 'Aftermath' junto a él.
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