Fueron noticia durante varios días y se originó un debate a nivel nacional para condenar los hechos. Pero finalmente, la Fiscalía no seguirá adelante con un posible proceso judicial.
No lo hace porque cree que los cánticos machistas que profirieron varios estudiantes del colegio mayor Elías Ahuja de Madrid no serían constitutivos de delito.
La Fiscalía de Madrid ha archivado sus diligencias por estos incidentes producidos el 2 de octubre de 2022 entre los jóvenes del citado colegio mayor masculino y las residentes del colegio mayor de enfrente, el femenino Santa Mónica.
En el decreto de archivo, el fiscal ha explicado que aunque los gritos fueron "irrespetuosos e insultantes para las mujeres", no constituyen por sí mismos "un ataque a la dignidad individual o colectiva de aquellas", por lo que no puede defenderse que se cometió un delito de odio hacia el colectivo femenino.
Tampoco cree que pueda perseguirse un posible delito contra la integridad moral, argumentando que sería preciso que las destinatarias se hubieran sentido ofendidas y hubieran denunciado los hechos como afectadas, y es que "no consta que ninguna de las mujeres que se encontraban en la residencia haya denunciado los hechos".
Los gritos de la polémica
Aunque hubo quejas, ambos colegios y sus miembros recordaron que era una broma que se repetía cada año para iniciar el curso universitario y aunque diversos colectivos condenaron los hechos, se dudaba que penalmente pudiera haber un delito detrás de los gritos machistas desde el Elías Ahuja.
Este colegio mayor, que por cierto está adscrito a la universidad pública Complutense de Madrid, realizaron gritos a sus vecinas estudiantes llamándolas "ninfómanas" o "putas", asegurando en tono de broma que las iban "a follar" como a "conejas".
El caso fue tan famoso que diversas personalidades condenaron los hechos, incluido tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Los estudiantes implicados, por su parte, pidieron perdón a sus compañeras a través de una carta difundida por la Orden de San Agustín, organismo que gestiona el centro.
En la misiva, se disculpaban por los cánticos señalando que lo sucedido "no representa los valores ni la educación" que se imparten en el centro. Han asegurado que fue "una broma de mal gusto" y que se les "fue de las manos".
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