La cronología de la crisis diplomática con Israel: el nuevo Gobierno Sánchez se estrena con polémica internacional

El nuevo Gobierno Sánchez se estrenaba hace unos días con fuerte enfrentamiento en clave interna, con tensión en las calles y por supuesto en las relaciones políticas con la oposición.

Pero una semana después también lo hace ahora en el plano internacional tras surgir una crisis diplomática con Israel.

La cronología de los hechos fue el siguiente: el jueves, Pedro Sánchez visitaba a las autoridades israelíes, entre ellas el presidente del país y, posteriormente, al primer ministro, Benjamin Netanyahu.

Con ellos tuvo un diálogo en el que se seguía un guión ya conocido: firme condena a los atentados de Hamás del 7 de octubre y un posterior mensaje de petición de respuesta equilibrada israelí en Gaza.

Hasta ahí todo fue bien. Se sabe que a Sánchez y el primer ministro belga, Alexander de Croo, que le acompañaba en este viaje oficial, les obligaron contra su voluntad a ver un vídeo de larga duración con todos los crímenes que cometieron los terroristas de Hamás en sus ataques. Está siendo de obligada visualización para todos aquellos representantes de la comunidad internacional que pisa suelo israelí. Los representantes de EEUU, al menos su secretario de Estado, Antony Blinken, también lo tuvo que ver.

Palestina

Pero aunque había ciertas tensiones por ambas partes, la visita cumplió su objetivo y finalizó correctamente. Después, tanto Sánchez como De Croo visitaron a las autoridades palestinas, algo que no suele gustar a Israel, pero a lo que no puede negarse. Además, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), hace mucho que no se ve como una amenaza alguna para Israel, sino que los focos están puestos en Hamás.

Aunque la charla con el presidente Mahmud Abbas fue mucho más cercana y afín que con las autoridades israelíes, tampoco pareció que surgiera una crisis por ello.

Egipto

Fue ya el viernes, cuando los 2 políticos europeos visitaron Egipto, en concreto el paso fronterizo de Rafah, con Palestina, que comenzaron a surgir las aristas con Israel.

Y es que en sus comparecencias públicas, tanto Sánchez como De Croo insistieron en que Israel debería ser más pulcro en el cumplimiento del derecho internacional y dejar de provocar víctimas mortales civiles en Gaza. El tono no gustó, y menos que las palabra de ambos fueran en clara sintonía con Palestina y, bajo su interpretación, frentista.

Así que ya a la tarde de ayer viernes se conocieron las repercusiones: el Gobierno israelí estallaba al conocer los discursos de Sánchez y De Croo, incluso con alusiones del español a que reconocería el Estado palestino, y ponía su maquinaria diplomática en marcha.

El Ministerio de Exteriores israelí llamaba a consultas a los embajadores de España y Bélgica al considerar estos discursos como "un respaldo implícito a las acciones de Hamás".

Crisis

El Gobierno español no tardaba en responder y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmaba que las acusaciones eran "totalmente falsas, fuera de lugar e inaceptables" y ha anunciado que España daría una respuesta "oportuna".

Por su parte, su homólogo isralí, Eli Cohen, acusaba a España y Bélgica de "apoyar el terrorismo" y anunciaba "una dura conversación de reprimenda" a los embajadores español y belga en su territorio.

Una crisis, que por otra parte, ya se conoce bien en Europa y que no deja de ser la enésima pataleta israelí cada vez que no se dice lo que se quiere desde ese país en los mensajes internacionales sobre sus conflictos abiertos, ya sea con las milicias de Hamás en Palestina o las de Heznolá en Líbano.

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