El contenido de la primera entrevista de Iñaki Urdangarin tras su salida de prisión ya es público. El ex jugador de balonmano concedió la exclusiva al programa 'Pla Seqüència' (Plano secuencia) del canal 'La 2 Cat' de RTVE.
En ella, Urdangarin confesó al periodista Jordi Basté, a quien conoce personalmente desde hace años, que sus primeros momentos en prisión fueron "muy mal".
"He llorado muchísimo los primeros 3 meses, no se lo deseo a nadie", relató.
El ex cuñado del rey Felipe VI, que cumplió parte de su pena en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila), recordó que su ingreso le supuso una gran pérdida. "Materialmente perdí prácticamente todo lo que tenía", señaló, antes de añadir otra pérdida "muy grande": "Uno de los amores de mi vida, que es Cristina".
Soledad y el "bucle negativo" en prisión
Urdangarin, que se separó de la infanta Cristina de Borbón en 2022 tras casi 25 años de matrimonio, admitió que "lo pasamos muy mal durante todo ese periodo" y que la quiere mucho. Sobre sus hijos, se mostró "agradecido" y los calificó como "un ejemplo de resiliencia y de entender su rol en el momento en que su padre desaparece y el proyecto tiene que seguir adelante". Su madre, con quien convivió al salir de la cárcel, fue su "primer apoyo siempre".
Urdangarin, que permaneció cerca de 3 años en Brieva antes de pasar a semilibertad, explicó que en ese centro le habían recomendado ir a una prisión para mujeres "por seguridad". Al estar en un módulo que entonces se encontraba vacío, esto supuso un "castigo doble", la "pérdida de libertad y comunicación", que se acentuó con la suspensión de visitas y salidas debido a la pandemia.
Confesó que "emocionalmente me estaba rompiendo" y entró en un "bucle negativo", lo que lo llevó a buscar ayuda psicológica. Para combatirlo, realizó un curso de bienestar emocional, estudió un "máster de Psicología Coaching" por la UNED y se sacó un curso de entrenador profesional de balonmano.
El deporte como "medicina" y el fin del juicio público
El deporte fue su "medicina" durante los casi 3 años de encierro. "Sin deporte no hubiera podido salir", confesó. Le fue de gran ayuda un balón de balonmano, regalo de su amigo y compañero del Barça David Barrufet, así como una bici estática que tenía en la habitación. También le reconfortó el apoyo de desconocidos: "Reconforta cuando estás dentro que fuera hay gente que se acuerda de ti, tanto amigos como gente que no conoces".
El ex deportista fue trasladado posteriormente al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares (Madrid) para someterse al programa de reinserción para condenados por delitos económicos, y su último paso por la cárcel fue en la de Zaballa (Álava).
Urdangarin afirmó que el juicio de la opinión pública no acaba al cumplir la condena. "Salir de la cárcel no es fácil", apuntó. "Es una situación que se ha ido diluyendo, pero había una estigmatización, todo no acaba cuando sales de la cárcel". A pesar de que él ya era "un nuevo Iñaki", confesó que lo pasó muy mal al encontrarse con el juicio y la estigmatización, pero que en la cárcel aprendió a no sentir rencor.
Durante la entrevista, grabada en un solo plano secuencia de 55 minutos (centrada en aspectos personales y proyectos empresariales), Urdangarin llamó a su segundo hijo, Pablo, también jugador de balonmano, y que lleva su apellido en la camiseta pese a la presión mediática que eso supone: "Es algo que me ha ayudado por tener el padre que tengo".
Además, se ha sabido que Urdangarin publicará sus memorias el 12 de febrero de 2026 bajo el título 'Todo lo vivido', repasando desde su infancia hasta su paso por prisión por el 'caso Nóos'.
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