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XXXI aniversario de la Carta Magna

Políticos y representantes sociales coinciden: 'no' a una reforma constitucional sin consenso

Políticos y representantes sociales coinciden: 'no' a una reforma constitucional sin consenso

domingo 06 de diciembre de 2009, 16:06h
Mientras la mayoría de los ciudadanos consultados en las encuestas que se han hecho públicas este domingo, coincidiendo con el 31º aniversario de la Constitución española, son partidarios de reformarla, nuestros dirigentes políticos no están, en general, por la labor de hacer cambios en el texto, salvo que sea por absoluto consenso entre todas las fuerzas políticas, -principalmente entre el PSOE y PP- , como ha ocurrido hasta ahora y en casos muy puntuales.
El primero en opinar a su llegada a la fiesta constitucional fue el presidente Rodríguez Zapatero, para quien la Constitución “está funcionando muy bien y no veo ninguna urgencia ni necesidad para emprender su reforma”, olvidando los cuatro puntos que el PSOE ha incluido en el programa electoral de las dos últimas legislaturas. abogando por abordar algunos cambios de la Carta Magna.

La uniformidad ante las posturas oficiales dentro de los partidos sólo se han atrevido a romperla algunos de los veteranos dirigentes del PSOE o del PP que, como dicen en privado, “están de vuelta de todo” y no les duelen prendas a la hora de dar su opinión.

Así, el portavoz de la comisión de Presupuestos, Francisco Fernández Marugán, no ocultó sus “temores” a abordar un asunto que a su juicio es “delicado”. “Abrir en estos momentos un debate para cambiar, por ejemplo, el título VIII de la Constitución y todo el tema territorial, es un asunto muy peligroso que puede desatar de nuevo la crispación política”, sentenció el diputado extremeño.

Coincidiendo con él, se manifestó otro histórico dirigente socialista, José María Benegas, que dijo que no era partidario de cambios, aunque matizando que “depende de lo qué se proponga”. “Si es para modificar una aspecto concreto, algún detalle que hay que adaptar a las nuevas circunstancias políticas, entonces habría que estudiarlo”.

Los ex ministros de UCD recuerdan la Transición


Aprovechando su asistencia a la recepción constitucional que ofreció el Congreso de los Diputados, nos acercamos a preguntar a ex dirigentes políticos tan representativos de la etapa de la Transición democrática como fue el ex ministro de Interior de UCD, Rodolfo Martín Villa, que salió al paso de las palabras de Fernández Marugán y Benegas. “No es cuestión de sí es o no el momento oportuno, sino de ver sí hay o no consenso. Lo más importante de la Constitución es el tema territorial y habría que contar con las dos ‘sensibilidades’ – nacionalistas y no nacionalistas- que conviven en España. Por lo tanto, si entre ellos no hay acuerdo, me parece inviable cualquier cambio”.

Poco proclives a cambios se mostraron asimismo otros históricos políticos, como ex presidente del Senado, Juan José Lucas, del PP, quien manifestó a nuestro diario que “a la Constitución hay que acercarse con manos temblorosas. No se puede abrir el melón sin saber si se va a cerrar y cómo se va a cerrar. Los que piensan que hay un sujeto constitucional que no es el pueblo español se equivocan y no están con esta Constitución”, lo que supone un riego.


Hablan Laborda y Rodríguez de Míñon

Muy cercano a él se encuentra su oponente político y también ex presidente de la Cámara Alta, Juan José Laborda, ahora miembro del Consejo de Estado que recuerda “lo qué peleó” él en el Senado para ver si se reformaba de una vez por todas, sin éxito. Laborda reclamó para cualquier cambio “el mismo grado de consenso que hubo en la legislatura Constituyente” y añadió que, en su opinión, esa falta de acuerdo es la que ha levantado tantas ronchas sobre el Estatut de Cataluña. “Ahora no habríamos logrado una Constitución como la que hicimos en el 78”, manifestó, convencido, Laborda.

Otro destacado dirigente político, y uno de los padres además de la Constitución, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, destacó que a su entender lo que hay que hacer “más que reformarla es saber interpretarla con sentido común”. “Nuestra Carta Magna sirve para resolver problemas reales no para tirarse los trastos a la cabeza. Cualquier interpretación que no sea para solucionar problemas es errónea y cualquiera que sirva para solucionarlos es exacta, porque el derecho sirve para eso”.

Por su parte, el secretario general de FAES, Jaime García-Legaz, fundación que preside José María Aznar, fue muy cauto y se limitó a decir que él es partidario solo de abrir el debate “si es pertinente”, pero no demostró mucho entusiasmo en los cambios.

Gustavo de Arístegui, diputado del PP, se mostró también prudente y dijo que “sí, si es necesario”, pero que “habría qué ver cuáles son las cosas a reformar y las consecuencias de estas reformas”.

Llamazares a favor de “cambios profundos”

En ausencia de los dirigentes de ERC y del PNV, el único que se declaró firma partidario de abordar una reforma “en profundidad” de la Carta Magna fue el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, para quien “hay un veto expreso de la derecha y no veo la reforma a corto plazo”. Quiere una reforma que elimine “las herencias franquistas e hipotecas de la Transición: confesionalidad del Estado, reforma del Senado ley Electoral, declaración de guerra…”

A nuestra encuesta contestó hasta un representante de las Fuerzas Armadas, en concreto, un teniente coronel del Ejército de Tierra, quien se sumó a los que están en contra de las reformas. “La Constitución es nuestra Ley Fundamental y básicamente no veo porqué habría que reformarla. En tal caso, debería hacerse con el máximo consenso”.

El que huyó de la pregunta como gato del agua caliente fue el actual director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Sanz Roldán. “Prefiero no meterme en estos ‘líos’… ni en estos ni en muchos otros, gracias”, nos replicó educadamente.

En el lado opuesto se situó uno de los jóvenes diputados del PSC, Daniel Fernández, considerado el ‘hombre de Montilla’ en Madrid, y cuyo partido aporta al PSOE 21 escaños de los 168 que tiene Zapatero en el Congreso. A su juicio “sería muy positivo” que la Constitución se reformara en tres o cuatro puntos, como pide el PSOE en su programa. Entre otras, la que atañe a la reforma del Senado para convertirla en una verdadera Cámara de representación territorial y la que otorga a las mujeres posibilidad de reinar en España.

Una opinión muy ‘oficialista’ que calcaban el resto de los consultados por Diariocrítico, como el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido.

Pero incluso el presidente de la CEIM, Arturo Fernández, no ocultó sus preferencias por que se aborden “algunos cambios”, alineándose con el alto porcentaje de ciudadanos que opinan lo mismo. “Como empresario y ciudadano creo que habría que hacer algunas reformas estructurales profundas en Educación y Sanidad”…pero – añadió- “también en el aspecto laboral, como estamos reclamando los empresarios”. Fernández, no obstante, comentó que cualquier modificación en este terreno debe hacerse “con mucho diálogo social , como siempre se ha hecho”.
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