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La influencia de la publicidad

Los anuncios de la tele y la música pop

Los anuncios de la tele y la música pop

lunes 10 de agosto de 2009, 14:54h
El matrimonio entre la música pop y la publicidad es uno de los más antiguos que existen, pero su relación ha ido evolucionando a la vez que lo hacía la industria discográfica y la publicitaria. Al principio los artistas de la música pop y rock miraban por encima del hombro a la publicidad. Ellos hacían arte y no querían tener nada que ver con la parte más visible del capitalismo. Pero de eso hace ya una eternidad y, a pesar de algunas excepciones, no hay quien se resista a ceder alguna de sus canciones para vender coches, perfumes, ropa o cualquier otro producto.
Al principio la publicidad tiraba de ‘jingles’, pequeñas piezas compuestas expresamente para los anuncios, que repetían machaconamente el eslogan de la compañía. Aun así algunas de estos jingles han pasado a formar parte del subconsciente colectivo, caso de la canción del Cola Cao, la de Coca Cola para Navidades o el “vuelve, a casa vuelve, por Navidad”. Estos jingles se utilizaban como marca de fábrica y seguían sonando en todas las campañas de esa marca durante años y años. Así las muñecas de Famosa se dirigieron al Portal desde la época en la que la televisión era en blanco y negro hasta bien entrados los años 90.

Pero si bien sigue habiendo ‘jingles’ la publicidad ha encontrado un filón tirando de grandes clásicos de la historia del pop. Claro que todo tiene un precio, si se quiere anunciar algo con una canción de John Lennon, ya sea “Instant Karma” o “God”, tienes que ser una compañía tan grande como Nike o Coca Cola. Se acabaron los remilgos, la música de los Stones anuncia coches y los Who han pasado a ser los de CSI. Eso sí todavía hay gente como Tom Waits que denunció a una conocida marca de coches por imitar su voz rota en un anuncio. Lo curioso del caso es que la compañía se puso primero en contacto con el artista y este rechazó la oferta. Pero los directivos de marketing debieron pensar que una campaña tan buena no podía venirse abajo por la negativa de un ‘simple’ cantante.

Esta es otra característica de la publicidad desde hace bastantes años, coger una canción popular, cambiarle la letra y hacer que hable de tu marca. Asi el “Colours” de Donovan pasó a hablar de Titanlux, el “Our house” de Madness de Bosch y el “Get down on it” de Kool & The Gang pasó a ser “con Danone”. A veces, aun utilizando la versión original, un anuncio conseguía que toda una generación conociese el funk más famoso de la historia, el “Sex Machine” de James Brown, como la canción del “gueropa”. Todavía es más curioso el hecho de que Audi recurriese al cancionero de Woody Guthrie para vender sus coches. Guthrie fue uno de los mayores trovadores del folk de los años treinta, cuarenta y cincuenta, en su guitarra se podía leer: "este artefacto mata fascistas" y murió en la mayor pobreza en un hospital psiquiátrico de Nueva York. Aunque hay que reconocer que la canción utilizada, "The Car Song" le iba como un guante, no parece que Woody la escribiese para vender coches.

Anuncios como promoción musical

Otro de los fenómenos que cada vez se impone más es la utilización de canciones de nuevos grupos. A los publicistas les sale barato y si triunfa el grupo, siempre se hablará de él como “el de tal anuncio”. Por otra parte los grupos tienen una plataforma única de lanzamiento, sobre todo ahora que la televisión ha obviado los programas de música… Porque no nos engañemos, Operación Triunfo y demás versiones, no son programas de música, son plataformas de lanzamiento para productos prefabricados por la industria.

En este mismo momento hay miles de grupos ofreciendo su material para aparecer en un anuncio, sólo unos pocos lo conseguirán y de esos todavía menos se quitarán la etiqueta del grupo del anuncio. Fanta ha triunfado con su campaña de “Con poco me lo monto”, para el grupo que la ha compuesto, los Zodiacs, ahora llega la verdadera prueba, pasar de canción de temporada a tener una carrera propia. Hace algunos años la gran esperanza del indie madrileño probó suerte y les salió perfecto. Dover y su ‘Devil came to me’ se convirtieron en uno de los mayores éxitos de los años 90 y el grupo supo hacer carrera sin que les pesase el bagaje.

Así están las cosas actualmente, la publicidad mira desde una posición de ventaja al mundo de la música y los publicistas tienen a su disposición un catálogo enorme de grupos y canciones dispuestos a aceptar sus veinte segundos de gloria. En cualquier momento escucharemos el “God save the Queen” de los Sex Pistols en un anuncio de Coca Cola… pero siempre nos quedarán los Clash.


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