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ZP salva los Presupuestos

ZP salva los Presupuestos

domingo 17 de octubre de 2010, 03:00h

Es ya reconocido hasta por algunos de los suyos como el peor presidente de Gobierno desde el inicio de la democracia española, pero José Luis Rodríguez Zapatero se demuestra una vez más como un experto en sacar el máximo partido de las debilidades y necesidades de los demás partidos del arco parlamentario. Así ahora, va a conseguir superar el trámite de los Presupuestos Generales para 2011, con lo que pospone a fechas lejanas la convocatoria de unas elecciones generales que, en la fase actual, pocos dudan que perdería incluso a pesar de que el voto socialista es sólido, pero para el partido no para su actual líder, cada vez peor valorado incluso entre sus propias bases electorales. Los votos parlamentarios del PNV, necesarios y decisivos para que los Presupuestos superen el trámite del Congreso, están ya comprometidos y La Moncloa afirma que sin entregar la cabeza del inverosímil Patxi López, quien por lo que parece seguirá en Ajuria Enea como lehendakari pero cogobernando con el PNV, una vez arrojados por la ventana sus hasta ahora socios del PP, gracias a cuyos ingenuos votos consiguió la presidencia del gobierno vasco. A este nivel ético han llegado las cosas en la triste y empobrecida España actual, tan lejos y por debajo del admirable espíritu de los años de la transición, ya perdido en el recuerdo.  

Por lo que se supo este último viernes, el acuerdo alcanzado entre el PSOE y el PNV, que garantiza el apoyo de los nacionalistas vascos a los Presupuestos Generales del Estado para 2011, incluye el traspaso a Euskadi de un total de 20 competencias, tres de ellas con carácter inmediato y las otras 17 a lo largo del próximo año. El PSOE afirma que no se trasfieren las competencias de Instituciones Penitenciarias, pero desde el nacionalismo vasco se deja entender que algo hay al respecto, aunque es lógico que no se quiera afectar el acuerdo con algo que puede producir amplia contestación social en el conjunto de España.En los círculos políticos mejor informados hay algo más que escepticismo respecto a la permanencia de Patxi López en Ajuria Enea, afirmada con el mayor énfasis, casi bajo palabra, por el portavoz del PSOE. ¿Por cuánto tiempo? es la pregunta del millón. Bien es cierto que, digno imitador de su jefe de filas, Patxi López no vacilará en tirar por la ventana a los aliados gracias a los cuales consiguió la presidencia, con lo que los dirigentes del PP vasco pueden ir haciendo las maletas.
 
Lo cierto es que con los seis votos del PNV y los dos de CC, que se comprometerán con toda seguridad mediante el ya previsto encuentro, este lunes, del presidente canario, Paulino Rivero, con Rodríguez Zapatero, se supera incluso en un voto la mayoría absoluta necesaria para que los Presupuestos Generales pasen el trámite parlamentario. La suerte está echada y parece ya inocultable que el PP no ha sido capaz de movilizar los resortes políticos necesarios para la derrota del Gobierno, que todos daban por descontada sólo un mes atrás. Va a ser cierto lo que dicen algunos dirigentes de CiU de que la mejor ayuda parlamentaria que tiene el Gobierno es la incapacidad y erráticos movimientos del PP. Así están las cosas. La entrega al PNV de la cabeza política del inverosímil Patxi López elimina el riesgo, en estos momentos letal para Rodríguez Zapatero, de unas elecciones generales anticipadas, con lo que el actual presidente se garantiza al menos un año más en La Moncloa. El probable horizonte viene definido por el desmoronamiento económico de España, el agravamiento de los problemas sociales y una tremenda crispación política. Pero
para ser enteramente justos, la culpa no es sólo del actual Gobierno, que es natural que se aferre al poder con todos los recursos a su alcance, sino también de la sorprendente incapacidad de la oposición para trasmitir a la ciudadanía la enorme gravedad de lo que está sucediendo.

Que, en circunstancias tan graves y con tan visible incompetencia del Gobierno, el PP no haya sido capaz de hacer piña con los partidos nacionalistas para ofrecer al país una alternativa parlamentariamente viable y al mismo tiempo sólida e ilusionante frente a la crisis económica, obliga a pensar que la desastrosa situación no se afinca sólo a un lado, sino a ambos lados del hemiciclo del Congreso. El caso es que ahora ya sabemos que, habiéndose garantizado la aprobación de los Presupuestos Generales para 2011, no habrá finalmente esas elecciones generales anticipadas que con tan buen sentido reclamó en su momento el político mejor valorado de España, el democristiano catalán Josep Antoni Durán i Lleida. Es un éxito de Rodríguez Zapatero y del PSOE, sin duda, pero es también un tremendo fracaso del PP, sobre el que la actual dirección de Génova debiera reflexionar a fondo.

En política, la fruta madura no cae por las buenas del árbol, y la opinión pública no tiene conocimiento, y por tanto es difícil que cobre conciencia al respecto, de que exista un programa económico alternativo al actual desastre del Gobierno de Rodríguez Zapatero, un programa económico liberal como el que recientemente triunfó de manera brillante en las urnas del Reino Unido. Tenemos quizá el Cameron, pero desde luego nos falta el Nick Klegg. Rodríguez Zapatero sigue y España, en términos económicos, es un barco que navega a toda máquina al choque letal con el gran iceberg de la crisis. Hoy estamos peor que ayer, pero con la terrible perspectiva de estar mañana bastante peor que hoy.

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