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Discurso marcadamente antinacionalista

Montilla presenta síntomas de perderse en su laberinto de la derrota, agónico y sin salida

Montilla presenta síntomas de perderse en su laberinto de la derrota, agónico y sin salida

El presidente de la Generalitat parece querer recuperar su 'hechos, no palabras' acusando a Gobiernos anteriores de haber primado la segunda cuestión

miércoles 27 de octubre de 2010, 03:15h

Definitivamente, parece haber perdido el norte. Ante la obviedad de que su tiempo ha pasado, José Montilla parece un personaje desorientado, atrapado en una complicada red laberíntica y contradictoria que, como mínimo, ha contribuido a tejer. Pero eso sí, se mire como se mire da la sensación de que quema, a la desesperada, sus últimos cartuchos de cara al 28 de noviembre. Su último mensaje estratégico se basa en pedir "un período de serenidad" a Cataluña pero sólo por lo que se refiere a las reivindicaciones nacionalistas. Habrá quien se sorprenda a raíz de este posicionamiento: aquellos que piensan que Montilla es un nacionalista catalán. Pero, al margen de que tal aseveración no sería correcta, también otras corrientes de opinión pueden extrañarse de que la calma solicitada implique, a su vez, a los frustrados por las consecuencias de un Estatut -y, en principio, nacionalistas- que también él apoyó. Puede parecer una contradicción, pero tal vez no lo sea sino que la realidad puede llevarnos a pensar a que nos hallamos ante un nuevo capítulo de la estrategia neonata de Montilla, que busca el voto de los electores que nunca creyeron imprescindibles los avances en las libertades de Cataluña. O, quizás, que incluso se opusieron a ellos. Tal vez aquellos que fueron siempre sus votantes reales. Que, a la vez, pueden sentirse engañados por los devaneos anteriores del presidente de los catalanes y, así, piensen que tienen sus razones para castigarle no votándole (o, más directamente, no votando) y a los que Montilla quiera convencer aun haciéndoles creer que ha sufrido la caída de Damasco. Pero el problema del presidente de los catalanes en su laberinto es que, sea como fuere, no parece que halle la solución para taponar su vía de escape de votos.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha reconocido que a Cataluña le conviene "un periodo de serenidad" en las reivindicaciones nacionalistas, después de cuatro años "marcados por la incertidumbre" que han culminado en la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) recortando el Estatut. "Se notan signos evidentes de fatiga en la sociedad catalana", ha manifestado ante un foro empresarial impulsado por las Cámaras de Comercio de la provincia de Tarragona en el hotel Mas Passamaner de La Selva del Camp.

"No es momento de abrir frentes sin calcular las posibilidades de éxito, ni de neutralizar nuestro potencial en una lucha estéril; tenemos que hacer que Cataluña recupere el tren, que nos conozcan y nos reconozcan por nuestras cualidades", ha añadido.

Montilla ha resaltado que debe transmitirse a la sociedad española una imagen de seriedad, "sin trampas ni comedias, no demos argumentos al adversario". "Ahora no se puede decir que el Estatut no vale, y ello no significa no ser firme para recuperar algunos capítulos como en Justicia con una Ley Orgánica", ha insistido. "El modelo de financiación no ha sido tocado, y por primera vez en 30 años estamos por encima de la media", ha reflexionado.

Respecto a cuestiones más concretas planteadas por los empresarios, como es el caso de las infraestructuras, Montilla ha aceptado las asignaturas pendientes de la A-27 entre Tarragona y Lleida y la salida de mercancías por ferrocarril en ancho europeo desde el Port de Tarragona, pero se ha mostrado optimista respecto al Corredor del Mediterráneo. "Es una batalla ganada en España y en Europa, pues no lo discute nadie", ha valorado.

El también candidato del PSC a las elecciones autonómicas ha recordado que durante su mandato ha querido equilibrar el territorio catalán para que no hubiese "Cataluñas olvidadas", pues durante años "hubo muchas palabras, pero hechos, no tanto". En este sentido, y respecto al 'centralismo' de Barcelona en el Aeropuerto de El Prat, ha explicado que "no nos interesa que sea un aeropuerto de bajo coste, pero no podemos condicionar a las compañías". "Necesitamos participar en la gestión de El Prat y también una compañía de bandera que quiera convertirlo en su 'hub' y potenciar los vuelos intercontinentales", ha añadido.

A preguntas de los representantes del tejido económico, Montilla ha reiterado su rechazo al Almacén Temporal Centralizado para residuos radioactivos de alta intensidad en Ascó por entender que no se dan las condiciones "de consenso territorial, político y social".

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