Que está en plena forma física pero, sobre todo, intelectualmente, lo demostró este viernes con creces. Felipe González sigue siendo ese ‘encantador de serpientes’ con el que se le ha definido históricamente. Lo demostró durante la apertura del XXIII Congreso Federal de las Juventudes Socialistas.
González tuvo que cortar el entusiasmo con el que fue recibido por el auditorio con un “vale, vale”….para iniciar su intervención con una advertencia: “no os fiéis de aquellos que os dicen que el futuro es vuestro, porque eso es una obviedad y lo que en realidad quieren deciros es que no ‘apreteís demasiado, esperad un poquito. Pero el futuro siempre va a depender de lo que hagáis”, les dijo a los compromisarios del Congreso que desde el principio guardaron un solemne silencio para escuchar al ‘maestro’.
Después de desgranar los cambios históricos por los que ha travesado Europa tanto en el ámbito político, como cultural o económico, - citó a Franco, Pinochet, la caída del muro de Berlín, habló de la decadencia de la sociedad capitalista, de los nuevos modelo de mercado…-, González se centró en un tema que le apasiona: la revolución tecnológica y sus efectos en la sociedad de la información. El ex presidente del Gobierno opinó que estos cambios “no son ideológicos sino instrumentales” y “pueden ser eficaces o, por el contrario, volverse en contra, según la dirección de nuestros objetivos”. Unos objetivos y principios – solidaridad, libertad, defensa de los derechos civiles, etc..- con los que deben ser “leales” quienes realmente se consideren de “izquierdas”, y “aprender a ser versátiles con sus instrumentos”, dijo González.
Dicho esto, el ex presidente del Gobierno, que se definió a sí mismo como un “jubilado, de júbilo, que está feliz”, se centró en explicar a los jóvenes lo que para él significa el “liderazgo” político, “esa vaina, como dicen los sudamericanos”. “Si un dirigente no puede ser capaz de hacerse cargo del estado de ánimo de los otros, está perdido. Si no se siente próximo a la gente no podrán nunca liderar un proyecto”, sentenció. En este sentido aseguró que sólo “los primates superiores” son capaces de asumir ese papel, pero lamentó que en política “haya pocos primates superiores”.
Para González, que fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los jóvenes, cualquier dirigente que pretenda cambiar la sociedad tiene que creer en sus propios principios y, además, tener “autonomía personal”, es decir, no ser un “mercenario” de la política sino “saber que va a hacer con su vida” después de dejar su cargo. “Liderar es saber coordinar equipos humanos”, añadió el líder socialista, quien reconoció que muchas veces las personas “más insoportables” y las más difíciles de “coordinar” son las que realmente valen porque no se dejan dirigir.
Finalmente, les hizo una recomendación, que “el trabajo que hagáis sea impecable” y que tengan “capacidad de análisis” para lograr los objetivos que pretendan.
Después de casi tres cuartos de hora de conferencia, y tras vaticinar una nueva crisis energética con subida del precio del barril del petróleo, lo que acarreará nuevos conflictos internacionales, González se despidió de los dirigentes de las Juventudes Socialistas con un campechano, “bueno, yo solo venía a saludaros…”, lo que despertó risas en el auditorio. “El presente es vuestro porque el futuro ya pasó”, fue su ultima frase para la posteridad.