El Madrid se ahorra las lágrimas por el Clásico y se va de copas: 0-2 a la Ponferradina

   Los de José Mourinho visitaban el estadio de El Toralín tras el varapalo que sufrieron el pasado sábado ante el FC Barcelona. Del once titular dispuesto por el de Setúbal en el 'clásico', sólo repitieron Marcelo y Cristiano Ronaldo, quien anotó el gol de la tranquilidad para los blancos.

   Los castellanoleoneses, animosos en su inicio, avisaron a los diez minutos por medio de su mejor futbolista, el brasileño Yuri, quien de una espectacular chilena, a punto estuvo de perforar la red defendida por Adán. En torno al minuto 20, el luso tuvo dos oportunidades de romper el empate a cero, tras jugada personal y tras un 'pase de la muerte' de Callejón.

   Si bien, sería el canterano el que anotase el primer tanto del envite, mandando a la escuadra una pelota centrada por Khedira desde la banda. Con el 0-1 para los blancos arrancaría la segunda parte, donde a los cinco minutos, de nuevo el 'carioca' Yuri avisó a Adán, estrellando un disparo de media distancia en el travesaño.

   Con el paso de los minutos, el partido decayó en ritmo. Tan sólo Callejón hizo honor a su apodo de 'el polvorilla', poniendo algo de mordiente en un ataque madridista visiblemente amuermado. Si bien, sería Cristiano a los 75 minutos de juego, quien haría el segundo gol visitante, un tanto que el luso no celebró, visiblemente enojado por el trato que le dispensó el público de Concha Espina el pasado sábado y por las críticas que se han centrado en su figura.

   Tras el gol madridista, el partido entró en 'punto muerto' y tan sólo sirvió para que José Mourinho hiciese debutar en partido oficial a una de las joyas de 'La Fábrica', el canario Jesé.

El Valencia se atasca en el Carranza
 
 Por su parte, los 'chés' han empatado a cero, en un partido carente de oportunidades de gol. De hecho, de la primera parte, apenas puede rescatarse un tiro de falta de los de Unai Emery y un par de escarceos de los atacantes gaditanos.

   En la reanudación, la tónica no varió un ápice, lo que provocó que el técnico vasco diera entrada a su mejor artillero, Roberto Soldado, para buscar un gol que no complicase la eliminatoria ante un rival de enjundia histórica.

   Pese a la entrada del ariete, fue el Cádiz el que dispuso de la mejores ocasiones. Si bien, se evidenció su falta de pegada, e incluso, de talento en la definición, lo que propició que el Valencia saliera indemne del Carranza.