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Tampoco la terna de coletudos punteros destacaron

Del Pilar recibe a portagayola al primero de la tarde
Del Pilar recibe a portagayola al primero de la tarde

Pésimo inicio de la Feria de Otoño con un encierro descastadísimo de los hermanos Lozano

Por Emilio Martínez

jueves 04 de octubre de 2012, 21:22h
Dos novillos de ALCURRUCÉN y 2º, 3º, 4º y 6º de EL CORTIJILLO, desiguales de presentación, descastados, flojos  y nobles excepto el último, que desarrolló genio. GÓMEZ DEL PILAR: silencio, silencio. LUIS GERPE: silencio; silencio tras aviso. GONZALO CABALLERO: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 4 de octubre. 1ª de la Feria de Otoño. Dos tercios de entrada.
Que están empeñados los taurinos profesionales de cargarse la Fiesta. Y a fuer que lo van a conseguir. ¡Por estas! Ya que si algún asistente no aficionado hubiese visto el festejo que abría el ciclo de Otoño, no vuelve más, muerto de aburrimiento y sopor. Fundamentalmente por el descastamiento general de esos bueyes con cuernos que salieron al ruedo venteño. Sólo del cero patatero se salvaron los corridos en primer -con un  comportamiento que se pareció algo a una res de lidia- y último lugar -con un punto de codicia que derivó en genio-. O sea, un petardo ganadero.

Claro que no el único. Porque, claro, sí, unido a la falta de casta y fuerza generalizada del encierro, es destacable su desigual trapío -casi todos feos de hechuras-, conformación -el segundo engatillado y casi acorne- y pelaje -el cuarto, la vaca lechera, tolón tolón-. Y ahí se hace cómplice la empresa, por anunciar la divisa de Alcurrucén, triunfadora en San Isidro -que sólo lidió dos, junto al segundo hierro de los hermanos Lozano, el de El Cortijillo, que siempre dejó mucho que desear. Y ahí se hacen cómplices los veterinarios, por aprobar semejante escalera -con algunos como el abecerrado quinto- y el usía por cambiarlos con dos picotacitos para que no arrecieran las protestas de la parroquia.

Y frente a estos bureles, tampoco fueron un dechado de entrega y virtudes táuricas los triunfadores en el abono isidril Gómez de Pilar -que se recibió a sus dos enemigos a portagayola, y sólo apuntó algún detalle capotero-, y Gonzalo Caballero -vulgar con el tercero e incapaz con el geniudo sexto-, y el del verano, Luis Gerpe -con mucha postura y poca chicha-. Todo lo anterior, acontecido en la plaza más importante del mundo... En fin que, como afirma el aserto manchego: "Entre todos la mataron y ella sola se murió". La Fiesta, q.e.p.d... casi.  
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