Tras más de 950 días sin licitaciones en obras
ASEFMA celebra el anuncio de las primeras licitaciones de refuerzos de firmes
Confía en que signifique el prometido cambio de tendencia en la conservación de carreteras
jueves 08 de agosto de 2013, 12:04h
Tras más de 950 días sin licitar obras de clave 32 en la red viaria
estatal, estas licitaciones, aunque insuficientes, son interpretadas por
los fabricantes de asfaltos españoles como un cambio de tendencia muy esperanzador.
Las licitaciones, previstas para la rehabilitación superficial del firme
de los tramos de Venturada-Buitrago de Lozoya y Robregordo-Santo Tomé
del Puerto, ambos en la provincia de Madrid, parten de un presupuesto de
base de 5.989.390,79 y 3.325.938,52 euros, respectivamente. En este
sentido, ASEFMA advierte que el estado de conservación de las
carreteras españolas es el peor de los últimos 25 años y devolver los
firmes a un estado mínimamente adecuado requiere una inversión superior a
5.200 millones de euros.
Las políticas de choque ya se han
demostrado ineficaces y es por ello que ASEFMA aboga por una verdadera
política de conservación, que incluya un presupuesto anual para
mantenimiento de carreteras basado en su valor patrimonial. La inversión
para conservar adecuadamente la red viaria española se estima en
1.288,89 millones de euros anuales.
Durante la última Junta
Extraordinaria de ASEFMA, el Secretario General de Infraestructuras,
Manuel Niño, se comprometió personalmente a un cambio en la estrategia
de conservación del Ministerio de Fomento en materia de conservación de
carreteras. El anuncio de estas dos licitaciones de obras para firmes
avala su compromiso y refuerza la confianza depositada por los
fabricantes de mezclas asfálticas en la Dirección General de Carreteras
del Ministerio de Fomento.
ASEFMA confía, además, en que también
tomen medidas para paliar el deficiente estado de conservación de las
vías españolas las demás administraciones responsables de carreteras
(comunidades autónomas, diputaciones, cabildos, ayuntamientos, etc.). Y
es que, reitera, las inversiones públicas en infraestructuras de
transporte son inversiones productivas con un fuerte impacto sobre la
creación de empleo y el aumento del PIB.