2013, un año para olvidar cuanto antes
miércoles 25 de diciembre de 2013, 12:19h
¡Uf! Menos mal que se acaba el dichoso añito. Que vaya tela del telón
que ha tenido este 2013 que se va con más pena que gloria y con un frío
que se las pela. Si hubiese que ponerle un titular andaluz a estos 365
días, sería sin duda, el año de los escándalos. Un año en el que los
EREs fraudulentos de la Junta, tras tres años de investigaciones e
instrucciones, alcanzaron la cúspide de la pirámide del poder que ya
anunció Mercedes Alaya y en el que el presidente de la Junta, Pepe
Griñán, tuvo que presentar su dimisión tras ser preimputado por la
magistrada sevillana. A él se unieron su predecesor, Manuel Chaves,
cinco ex consejeros, una veintena de alto cargos de la Administración
andaluza y diversos sindicalistas, abogados y empresarios hasta un total
de ciento veinte encausados por un fraude continuados y sin precedentes
cuya cuantía puede alcanzar los mil millones de euros. Bueno, pues ya
verán como el Supremo o el TSJA, altos tribunales donde acabará
finalmente toda esta denigrante historia, no encuentran motivos para
encausar a los responsables últimos del desaguisado. Al tiempo.
Durante
más de diez años, el sistema implantado por el PSOE en la
Administración andaluza, sin controles y sin intervención válida,
permitió que una serie de personajes de dudosa catadura moral se
apropiaran de millones de euros sin que, al parecer, nadie se percatara
de ello. ¿Se puede entender algo así, tamaño disparate? Pues parece que
sí porque los andaluces, fieles a su sometimiento al partido que les ha
gobernado durante más de treinta años, parecen, según apuntan las
encuestas, dispuestos a perdonar todos estos excesos y dislates y volver
a darle su confianza a la nueva estrella surgida del vientre del
partido socialistala y amamantada por los pechos de Griñán, la sin par
Susana Díaz.
No fue ese el único escándalo de corrupción. A él se
unió el de la UGT de Andalucía quien en sólo un año ha visto como
pasaban por su Secretaría General tres dirigentes tras la marcha del
histórico Manuel Pastrana y la dimisión forzada de su sucesor, Francisco
Fernández Sevilla. Al "sindicato hermano" le cogieron in fraganti
falsificando facturas y pagando con el dinero de los cursos de formación
a los parados comilonas, viajes, hoteles y fiestas. Vamos, que los
acuerdos de concertación firmados hace poco más de un año entre Pepe
Griñán (presidente de la Junta), Manuel Pastrana (secretario general de
UGT-A), Paco Carbonero (secretario general de CC.OO, de Andalucía) y
Santiago Herrero (presidente de la CEA) no eran sino un enjuague para
recibir subvenciones públicas que todos ellos destinaban a otros
menesteres mientras, en contraprestación, le prometían al Ejecutivo
mantener la paz social. Vamos, como lo de los EREs, pero con fotos para
la posteridad. No es de extrañar que de los cuatro que firmaron el
último Acuerdo de Concertación Social, sólo quede en su puesto Carbonero
qien se está librando de milagro de que no le saquen algún trapo sucio.
El último en presentar la dimisión ha sido Herrero por un turbio asunto
de supuesto desfalco en unas VPO.
Si a todo lo ya relatado le
sumamos además la condena del presidente del Sevilla F.C., José María de
Nido por sus millonarias minutas por asesorar al ex alcalde de
Marbella, Julián Muñoz, y la imputación del ex presidente del Betis,
Manuel Ruiz de Lopera, por sus turbios negocios en torno al equipo, el
panorama es absolutamente desolador. Cualquiera que analice desde fuera
los titulares de los diarios andaluces en estos últimos doce meses,
sacaría una radiografía absolutamente cancerosa de la sociedad. Y no le
faltaría razón. Porque mientras aquí algunos se lo llevan calentito,
muchísimos otros, más de millón y medio en estos momentos, se encuentran
sin trabajo, sin un euro en el bolsillo y en una situación realmente
desesperada.
Solo queda esperar que la gran esperanza rubia, la
gran Susana, ponga algo de órden en este absoluto caos y cumpla, al
menos, alguna de sus multiples promesas como, por ejemplo, la de
devolverle a los parados los millones robados por sus compañeros de los
EREs. Sería todo un detalle. Por lo demás, feliz año nuevo y que la
subida de la luz no nos amargue las uvas.