En un novedoso espacio para la presentaciones de moda, el bar La Tournée del Teatro de la Latina de Madrid, y con una escenografía peculiar, sus modelos no desfilan, sino que posan y se exhiben entre una clientela cercana y participativa, la diseñadora propone una producción limitada a ocho piezas, un kimono, dos camisas, tres vestidos y dos faldas.Son prendas para acompañar una noche de fiesta, como los minivestidos de neopreno de gran escote en la espalda y flecos dorados.
Unos flecos que se vuelven negros en las camisas porque
Gema Siveroni se inspira aquí en el flamenco y, los tiñe en oro o en negro, porque quiere que den movimiento a sus prendas. Hay también en su colección ropa para un día común de trabajo, como las camisas de crepe de China, que obedecen al mismo cromatismo en negro y oro, y botones vintage rescatados del taller de confección. O prendas polivalentes según cómo se quieran llevar, como el kimono de satén cateónico que tanto viste en una ocasión formal como complemento de un vestido o un top inevitablemente negro, como en un domingo de museos o de paseo por la ciudad con un pantalón vaquero y unas deportivas.
Gema Siveroni creó su propia firma de moda hace apenas dos años, tras varios años de estudio y experimentación hasta crear un concepto de moda diferente. Emplea materiales nuevos, cómodos y favorecedores para moldear prendas únicas para mujeres reales que quieren expresar su personalidad, proyectar su luz interior. Empezó con la original idea de realizar colecciones de una sola prenda y así poder enfocar su inspiración en un producto concreto creando varios modelos del mismo patrón.
La primera experiencia fueron unas capuchas de inspiración africana, a la que siguió una nueva experimentación con unos leggins que rediseñó con adornos étnicos. Ahora y en tiempo récord ha aumentado la variedad de prendas. Su reto es que Dark Gould sea un brillante punto y seguido.
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