¿Por qué la inversión a largo plazo?

Fue en un artículo reciente donde tuvimos la oportunidad de ver lo que significaba realimente la inversión a largo plazo: sus ventajas e inconvenientes por medio de una pequeña introducción. ¿Qué veremos en esta publicación? Básicamente el por qué, las razones por las que es mejor que hacer inversiones temporales.

¿Por qué hacer una inversión a largo plazo?

1. Porque tienes la posibilidad de diversificar tus acciones.

Es cierto que este punto afecta también a las acciones cortoplacistas, pero las otras parten con más fuerza. Invertir a largo plazo te garantiza que las acciones se realizarán para un beneficio futuro, que no alcanzarás en el momento, y por ello es más propenso a diversificar la compra, no ponerlo todo en un mismo carro (acción propia de la otra tendencia).

Por ejemplo, si compras 15 bienes inmuebles necesitas un poder adquisitivo muy alto; en cambio, si tienes una cantidad de dinero disponible que no es desmesurada tienes la posibilidad de hacer una inversión partida en 15 empresas distintas, sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de capital.

2. Porque tienes más probabilidad de ahorrar.

Esto es como disponer de una hucha, ¿alguna vez has tenido una? Seguramente sí y has experimentado el ahorro de dinero. ¿Cómo funciona con respecto a la bolsa? Vas introduciendo monedas, día tras día sin desembolsar mucho, hasta que un día tienes una porción muy grande para hacer lo que quieras.

Con la inversión a largo plazo sucede algo parecido: vas realizando operaciones poco a poco, sin necesidad de comprar acciones de una sola empresa por 10.000, y vas ganando paso a paso hasta que un día tienes un cúmulo espectacular para ti solo.

3. Porque hay menor posibilidad de perder dinero.

Este punto va relacionado con el anterior, puesto que una acción a largo plazo te permite ir perdiendo, en caso de que lo hagas, pocas porciones del pastel, siendo que a corto plazo tiene el riesgo más acostumbrado de provocar un fracaso más absoluto.

4. Porque es un activo que siempre está ahí.

El problema de invertir con mentalidad cortoplacista es que compras rápido y vendes aún más rápido, lo que supone un problema de disponibilidad. Cuando haces lo contrario tienes una cartera siempre con unas acciones que están ahí, a tu disposición, para que las extraigas o las dejes donde están.

5. Porque la rentabilidad siempre es más positiva.

Como he dicho antes, la inversión inmediata es una espada de doble filo que nada conviene realizar: puedes ganar muchísimo dinero a cambio de muy poco, pero cuando pierdes lo haces con todas las cartas, no hay margen de maniobra o recuperación. Las rentabilidades de las acciones a largo plazo oscilan entre el 3 y el 6% anualmente, y es un beneficio que siempre está ahí, esperando a que lo recojas.

6. Porque su estabilidad invita al descanso.

¿Qué quiero decir con esto? Sencillamente que permite que estés más despreocupado del propio mundo de la bolsa, porque son acciones que realizas poco a poco y sin necesidad de estar al tanto de los continuos cambios bursátiles.

Invertir a largo plazo maximizará tus ahorros

El objetivo final debe ser rentabilizar tus ahorros, porque para eso estás leyendo estos artículos y para ello te has aventurado en la bolsa de valores. ¿Quieres beneficio seguro? Entonces lo que debes hacer es mentalizarte al máximo y adquirir más conocimiento.