España sigue encabezando la producción de naranjas en Europa

La venta de naranjas online es una realidad cada vez más palpable y, sobre todo, rentable. La previsión para el presente año era alcanzar los 1,9 millones de toneladas de cítricos, según avanzó la Consejería de Agricultura de Andalucía a principio de la campaña, y en el conjunto de España para la campaña 2015/16 se llegarán a las 91.000 toneladas.

Sin datos aún de la producción real, las previsiones climatológicas durante la floración de los cultivos dictaminaron que producción sería algo inferior al año 2014, pero el descenso no es suficiente para desbancar a España como primera potencia europea productora de naranjas.

Junto a este dato, destaca además que precisamente la venta por internet es cada vez más frecuente ya que ha permitido la eliminación de intermediarios y, por tanto, los productos llegan al consumidor final con un menor coste. Esta alternativa de venta ha permitido mantener a pequeños y medianos productores y se evidencia en la proliferación de numerosas webs que ofrecen sus productos a través de tiendas online.

Para este tipo de productores, como en el caso de Mundinaranjas, internet ha supuesto una nueva oportunidad de negocio y los clientes disfrutan de numerosas ventajas, como son un mejor precio, un producto fresco de calidad en sus mesas y la comodidad de comprar a cualquier hora desde casa.

Por otro lado, la exportación sigue siendo también la manera más habitual de rentabilizar la producción para los agricultores españoles con una mayor extensión de hectáreas. En este sentido, Francia, Alemania y Reino Unido son los principales receptores de las naranjas españolas. En concreto, el país galo cuenta al año con el 30% de esta modalidad de fruta exportada, lo que da buena cuenta del interés por un producto con una buena consideración en el mercado internacional.

Ante la previsión de la reducción de la cosecha, el mercado anglosajón se mostró preocupado ante un posible desabastecimiento que habría afectado a los fabricantes de zumo y grandes superficies, sin que se tengan noticias de que finalmente se hayan visto afectados por la situación del campo español.