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'La crazy class', una fiesta imparable sobre las tablas

'La crazy class', una fiesta imparable sobre las tablas

lunes 04 de enero de 2016, 14:34h
Teatro en el teatro, teatro sobre el teatro, teatro, teatro, teatro… Eso -¡nada más y nada menos!- es ‘La crazy class’, de la compañía valenciana L'Om Imprebís (20 años de historia y más de un millón de espectadores han pasado ya por sus espectáculos). En escena, cuatro actores y más de una docena de personajes que, sin trampa ni cartón, enfundados en sus pantalones y camisetas negras (en el caso de los hombres) o un uniforme de limpiadora, se van metiendo en la piel de un torero fracasado que quiere llegar a ser Hamlet, un viejo actor venido a menos, dos hermanas frustradas, un joven sometido a la tiranía de su madre, un directivo de una empresa funeraria, una limpiadora, una periodista o un ama de casa vasca, entre otros. ¿Improvisación, sencillez, facilidad pasmosa? No, nada de eso: la primera función de ‘La crazy class’ estuvo precedida de 10 meses de intenso trabajo con sesiones de 6 horas diarias.

El milagro sobre el escenario se consigue gracias a Santiago Sánchez, Elena Lombao, junto -y sobre todo- a los multifacéticos, omniscientes, ágiles, imprevisibles, omnipresentes y graciosísimos, Carles Castillo y Carles Montoliu. Son los cuatro actores que, durante 120 minutos sobre el escenario, dan forma a un espectáculo que ha sido dirigido por Santiago Sánchez y Michel López.

Todo parte de una sencilla idea inicial: un grupo de personas, de diferente clase y posición social y económica, deciden acudir a clases de teatro, movidos por razones, pulsiones o necesidades bien distintas, pero con un anhelo común, el de trascender la cotidianeidad de sus vidas con las que, en general, no están especialmente conformes.

En esas clases de teatro, presididas por la disciplina, el esfuerzo, el estudio y el rigor, los alumnos irán practicando diversas escenas de obras emblemáticas de Shakespeare (‘Hamlet’), Ibsen (‘Casa de muñecas’), Chejov (‘Las tres hermanas’), o Edmond Rostand (‘Cyrano de Bergerac’), que les ayudan a descubrir, poco a poco, que las palabras son armas cargadas de belleza, evocación, rabia, esperanza, futuro y de sueños.

Así, director, actores y público asisten a una máster class amenísima, llena de vida y humanidad en las que unos y otros van desnudando la verdad de sus vidas que van aflorando por contraposición a las del personaje que les toca descubrir, construir, conocer y, finalmente, interpretar en una genial escena final con la representación de ‘Hamlet’ de Shakespeare, en la que despliegan todos los recursos, las emociones y las habilidades interpretativas que han ido adquiriendo a lo largo de ese taller de teatro que va a cambiar sus vidas.

La función es toda una lección de trabajo en equipo, de coordinación, de puesta en escena con una coreografía (a cargo de Paloma Díaz) de rompecabezas, con ese ir y venir de tanto y tanto personaje que, apenas con un cambio de gorra, o el despliegue de un abanico y un bolso, les dan vida para sacar del público la emoción, la ternura, la empatía y la sonrisa que les arranca cada uno de esos personajes que los dos Carles, la contenida Elena (estupenda esa “reportera dicharachera” y desalmada que encarna), bajo la batuta de Santiago, que se ha reservado para sí mismo el personaje menos lucido del cuarteto -el de director del taller-, pero que interpreta con una naturalidad, un equilibrio y un aplomo envidiables.

El teatro, desde luego, no es solo una forma milenaria de la cultura, sino toda una forma de concebir la existencia. Así lo entiende la compañía L'Om Imprebís que, sin abandonar nunca el sentido lúdico de la vida, el humor y la fiesta mediterráneos, hace incursiones constantes en la crítica política, social o en el mundo de las emociones. Y así la pequeña historia del taller de teatro trasciende la vida personal de cada uno de los alumnos -y, por supuesto, del público…- para confundirse en la de los personajes que representan y vivir así muchas otras vidas, sin perder nunca la identidad propia.

Como ha dicho Santiago Sánchez, con otras palabras, sobre el teatro gravita siempre la verdad de la vida: “actuar no es fingir, actuar es llevar tu gran verdad, crear una realidad cierta”. Y nada más cierto que acercarse a ver ‘La crazy class’ porque es una verdadera garantía de asistir a una función tan amable como inteligente, tan sencilla como compleja, tan real como la vida misma, de la mano de cuatro soberbios actores, capaces de adentrarse en el alma de un personaje con la velocidad de la luz.

‘La crazy class’
Texto: L'Om Imprebís sobre una idea de Michel López
Dirección: Santiago Sánchez y Michel López
Reparto: Carles Castillo, Carles Montoliu, Santiago Sánchez y Elena Lombao
Escenografía: Dino Ibáñez
Iluminación: Rafael Mojas
Profesor de canto: Ángel Ruiz
Teatros del Canal (Madrid), del 9 de diciembre de 2015 al 3 de enero de 2016
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