Aun teniendo problemas económicos internos, en la Reserva Federal la preocupación sobre la situación económica del exterior es alta. Ayer el presidente de la Fed de Atlanta declaraba que en la institución, los riesgos globales, incluyendo la desaceleración en China y la continua caída en el precio del petróleo, son ahora los mayores problemas para la economía de EE.UU. El funcionario se mantiene "medianamente optimista" de que el sólido consumo interno ayudará a impulsar el crecimiento del PIB lo suficiente como para llevar a la economía al pleno empleo y hacer avanzar los precios hacia el objetivo de inflación del 2%. Como riesgos a la baja en este escenario citó la reciente liquidación mundial en los mercados bursátiles generada por las preocupaciones sobre la economía de China. Pese a estas preocupaciones confía en una recuperación económica que pueda permitir a la Fed continuar subiendo las tipos de interés durante el año. "El comportamiento de la inflación será un elemento clave". No cabe duda que la velocidad con la que los precios suban será fundamental en las discusiones de política monetaria, y aquí una recuperación en los precios del petróleo juega la baza más importante. Pero no es esta la perspectiva de los mercados, que parecen prepararse para un largo período de precios bajos, después de que los futuros del crudo en Estados Unidos hasta finales de 2019 estén cotizando por debajo de los 50 dólares por barril. De hecho, no hay un contrato de futuro-que tienen plazos hasta el 2024- que se cotice por encima de los 54 dólares por barril.
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