Gases lacrimógenos anti-refugiados: 'Si nuestros hijos hubieran muerto en Siria, habría sido menos humillante'

Decenas de refugiados, que ondeaban banderas griegas y alemanas, se han encaramado a un vagón de tren y han intentado empujarlo hacia Macedonia. Algunos manifestantes se han acercado a la verja que separa ambos países para entregar ramas de olivo a los soldados.

Aunque se han vivido momentos de tensión, no ha llegado a estallar un enfrentamiento como el ocurrido el domingo, cuando las fuerzas macedonias usaron gas lacrimógeno y balas de goma contra los refugiados. Según Médicos Sin Fronteras, unas 60 personas resultaron heridos.

Un refugiado sirio ha contado a Reuters que él, su mujer y sus cuatro hijos han tenido que ser atendidos por el gas lacrimógeno. "Si (nuestros hijos) hubieran muerto en Siria bajo los bombardeos habría sido mejor que vivir esta humillación", ha dicho.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha considerado "una desgracia para la civilización europea" estos incidentes, condenando el uso de "químicos y balas de goma contra gente que claramente no va armada, que no representa una grava amenaza".

Más de 10.000 refugiados e inmigrantes han llegado a Idomeni para intentar seguir su viaje hacia Alemania, pero el cierre de las fronteras y el acuerdo de la Unión Europea y Turquía les han dejado varados a las puertas de Macedonia.

Las autoridades griegas llevan semanas intentando convencer a los refugiados e inmigrantes de que se trasladen a los campos habilitado en otras zonas del país, pero la mayoría se ha negado por miedo a perder su oportunidad de llegar a su destino final.