Como cada primer viernes de mes los mercados fijan su atención en los datos de desempleo de EE.UU. Las estimaciones apuntan a que en abril se pudieron haber creado unos 200.000 nuevos empleos. Los datos de desempleo junto con los de la inflación, forman parte de las principales referencias que la Reserva Federal mantiene en vigilancia para determinar la política monetaria. En cuanto a la tasa de desempleo, se espera que se mantenga invariada en el 5%, nivel que algunos consideran de “pleno empleo”. Por otro lado, ayer el BCE publicó su boletín económico mensual en el que señala que la recuperación económica previsiblemente continuará apoyada por el gasto de los hogares y por una mejora en las inversiones, aunque sigue habiendo riesgos a la baja. En el boletín, que coincide en gran parte con lo señalado por el presidente del BCE tras la reunión del 21 de abril, se hace referencia a la mejora de las condiciones de financiación y que la clave está en “mantener el grado apropiado de flexibilización monetaria” a la vez que indica que “utilizará todas las herramientas disponibles” para favorecer la recuperación. Esta semana el balance del BCE ha alcanzado los 3 billones de euros, el nivel más alto desde finales de diciembre de 2012. Se da la circunstancia de que este es el nivel inicialmente establecido como referencia por el BCE en marzo de 2015 cuando puso en marcha el programa de compra de activos. En los últimos meses el BCE decidió ampliar tanto la vigencia del programa hasta al menos marzo de 2017 como el volumen de compras mensuales pasando de 60.000 millones a 80.000 millones mensuales.
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