El run run era que esto podía pasar y aunque Militao ponía el 0-1 al filo del descanso, al final el heroico Alcoyano de Segunda B con 10 jugadores ha eliminado a un plomizo Real Madrid de la Copa. Se cumplió eso de la moral del Alcoyano y desde luego que el conjunto blanco repitió la fórmula de mala actitud y paupérrima ambición.
Quien queda tocadísimo ahora es Zidane, que está sufriendo la rebelión de los suplentes y quienes no cuentan para él pese a haber apostado por el Madrid, como Jovic u Odegaard, los últimos en decir 'no' a estar indefinidamente en el banquillo esperando oportunidades, a la sombra de los que siempre juegan, aunque no rindan a la altura.
Es verdad que en Alcoy tuvieron oportunidades habituales suplentes como Lunin, Odriozola, Militao, Valverde, Isco, Mariano, Vinicius... y tampoco estuvieron a la altura. Militao o maquilló con su gol de cabeza en el 45, pero no hizo una buena pareja de centrales con el canterano Chust, sino más bien al revés: la defensa al completo fue un coladero y al final el Alcoyano terminó remontando incluso con 10 sobre el campo, prórroga mediante tras el 1-1 en los 90 minutos. Más vergüenza imposible.
La reacción de Zidane
Zidane compareció en la sala de prensa de El Collao tras la derrota y declaró: “Lo hemos intentado y los jugadores lo han dado todo en el campo. Hemos tenido ocasiones para meter el segundo gol y cuando no lo metes puede pasar lo que ha pasado. Ha sido un partido diferente y nos ha costado. Es un momento difícil porque estamos fuera de la Copa. Había que hacer otra cosa y no lo hicimos”.
“Soy yo el entrenador y la responsabilidad es mía. Lo voy a asumir. Los jugadores lo han intentado y si hubiéramos metido el gol habría sido otro partido. En el fútbol hay que meter las ocasiones cuando se tienen. El portero rival ha hecho 2 o 3 paradas buenas. El segundo gol no ha querido entrar. Estamos fuera ahora”, dijo como excusa.
Pero Zidane no cree que sea una vergüenza caer ante un Segunda B: "Esto es el fútbol. Hemos jugado contra un Segunda B y teníamos que haber ganado el partido. No es una vergüenza ni nada de eso. Son cosas que pasan en la carrera de un futbolista y voy a asumir la responsabilidad. Vamos a seguir trabajando. Hay que sacar esto porque lo hemos hecho y lo vamos a hacer. Es otro día doloroso porque no nos gusta perder, sobre todo para los jugadores, que quieren ganar. No nos vamos a volver locos, tenemos que pensar y seguir trabajando”.
Además, cree que queda mucha temporada: “Creo que mis jugadores confían en mí, pero hay que preguntarles a los jugadores. Hemos hecho pocas cosas buenas últimamente, pero también hemos hecho cosas buenas en la temporada. Hay que pensar que seguimos en la Liga y en la Champions. Hay que estar concentrados porque todavía se pueden hacer cosas”.
"Estoy tranquilo. Los jugadores intentan ganar los partidos y a veces pasan cosas diferentes. Todas las derrotas son dolorosas. A mí y a mis jugadores no nos gusta perder”, remató.
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