Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos operaban ayer a la baja a la espera del anuncio que, tras una reunión de dos días, haga hoy la Reserva Federal sobre la reducción de sus compras de activos. Se espera que apruebe planes para reducir sus compras mensuales actuales de bonos por 120.000 millones de dólares hasta eliminarlos por completo a mediados del próximo año, como primer paso para alejarse de las principales políticas implementadas a principios de 2021 para combatir las consecuencias económicas de la pandemia.
Es de prever que el presidente de la FED vuelva a decir que la aceleración de la inflación sigue siendo transitoria y es poco probable que dé ningún tipo de pista con respecto al momento de subir los tipos de interés. Un aumento de precios y salarios a máximos de varias décadas es un desafío para las autoridades de la FED, mientras intentan mantener un equilibrio entre garantizar que la inflación se mantenga contenida y dar a la economía el mayor tiempo posible para que recupere los empleos perdidos desde la pandemia.
Pero desde su reunión en septiembre, las ganancias promedio por hora y el índice de costes laborales han registrado fuertes aumentos y la inflación se ha mantenido alta, desafiando con ello el discurso de la FED de que la inflación pasará sola sin tener que recurrir a una subida de tipos para endurecer las condiciones crediticias. La apuesta del mercado es que subirá los tipos dos veces el próximo año, un ritmo mucho más adelantado y rápido de lo proyectado por las propias autoridades monetarias.