Sigue la travesía por el desierto europeo del Barça, esta vez con algo de crueldad y mala suerte, tras caer en Milán ante el Inter en semifinales de la Champions.
Este conjunto azulgrana de Hansi Flick estaba ganándolo todo desde enero y parecía imbatible, además de haber ganado ya la Copa del Rey y seguir líder en Liga española y saborear ya el campeonato.
Pero en Europa, pese a la gran temporada realizada, se volvió a revivir otra tragedia. Ahora que parecía que regresaban las opciones para ganar de nuevo el título más ansiado, la última vez conseguido en 2015, el Inter se puso de por medio. Son ya 10 años negros sin una Champions para Can Barça.
Mala actuación atrás
Y es que este Barça de Flick es una máquina de hacer goles. Volvió a marcar 3, además remontando un 2-0, como ocurrió ya en la ida con el Inter, cuando los italianos se pusieron 0-2 en el marcador.
Los azulgrana llegaron a estar clasificados con el gol de Rapinha en el minuto 87, un 2-3 que sabía a victoria. Pero en el descuento, el local Acerbi hacía el 3-3 y forzaba la prórroga.
Ya en el tiempo de prolongación, los locales realizaban el tanto definitivo por medio de Frattesi en el '99, que ponía fin a la aventura culé en Europa.
4 goles recibidos, más los 3 de la ida, 7 en total, daba una idea de la cruz azulgrana este año: recibir demasiados goles con una defensa en cuadro, en este caso.
Bajas y malas elecciones
Con Koundé lesionado, Flick sacó una defensa titular inconcebible a principios de temporada: el canterano Gerard Martín como lateral izquierdo, Cubarsí e Íñigo Martínez como centrales y Eric García reconvertido como lateral derecho. Después salieron como recambios Araújo y Héctor Fort, pero no mejoraron el nivel. Incluso el primero fue parte del desastre final.
Nada contribuyó a favor esta vez el meta polaco Szczęsny, que si bien ha dado un nivel aceptable a lo largo de la temporada supliendo al lesionado Ter-Stegen, en Milán no dio la talla. Se notó por qué estaba ya retirado cuando fue llamado por Flick.
El cuarto gol interista fue un claro ejemplo de debilidad defensiva y superioridad local:
Pedri y De Jong tampoco fueron suficiente muro para el centro del campo y Flick no ha sabido armar un centro del campo defensivo y contundente cuando el rival aprieta y no funciona la fórmula del martillo: golpear antes de ser golpeado. Los otros 4 arriba, Dani Olmo, Rapinha, Yamal y Ferran Torres no son precisamente una gran ayuda defensiva.
Pese a su gran temporada, Flick ha sido víctima en este caso de su exceso de confianza y de apuesta ofensiva, que no le ha servido ante un Inter en teoría inferior, pero bien armado y construido por el ex gran jugador italiano 'Pippo' Inzaghi. Por cierto, un ex de la Juve y el AC Milan, pero que está dando la gloria al gran rival interista.
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