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Alfredo Sanzol estrena en el Valle Inclán 'La calma mágica', mucho más que una comedia

Alfredo Sanzol estrena en el Valle Inclán "La calma mágica", mucho más que una comedia

martes 21 de octubre de 2014, 18:16h
 "La calma mágica", la última comedia de Alfredo Sanzol, coproducida por el Centro Dramático Nacional (CDN) y la compañía vasca Tanttaka Teatroa, se estrenó en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle Inclán de Madrid el pasado 10 de octubre y permanecerá  en cartel hasta el próximo 9 de noviembre. 
 
Alfredo Sanzol dirige, además, su propia obra y, para dar vida a cuanto imagina (¡y es mucho!) cuenta con un experimentado grupo  de actores que transportan al espectador al plano vital en que se mueve en cada momento la obra: el real (presente), el  imaginado (futuro) y el  soñado (alucinado). Ellos son  Iñaki Rikarte (Oliver), Mireia Gabilondo (Olga), Sandra Ferrús (Olivia), Aitor Mazo (Martin) y Aitziber Garmendia (Abogada). Todos ellos son actores magníficos, que  se meten  en sus papeles y confirman, una vez más, que el  teatro español está pasando por uno de sus mejores momentos, y en todas las facetas que lo hacen posible.
La calma a la que  hace alusión el título de la obra de Sanzol es  una mezcla de viaje iniciático provocado por unos hongos alucinógenos  que Oliver toma en el transcurso de una entrevista de trabajo junto a Olga, la entrevistadora y propietaria de la empresa. Esos hongos le hacen imaginar que en el futuro se va a dormir delante de su PC, y que un cliente inmortalizará el fatídico instante con su móvil. Ese hecho obsesiona a Oliver, que persigue a toda costa que el cliente lo borre de su teléfono, mientras que este, Martín, ya lo ha difundido entre  sus amigos y compañeros, y no ve la necesidad de tener que hacerlo porque, en todo caso, ya estará circulando por la red.
Ese hecho, hoy tan simple y cotidiano, es el núcleo de la última comedia de Sanzol, pero hay muchos otros subtemas que llevarán a personajes y espectadores a viajar real o imaginariamente a lugares  tan exóticos como África, a relacionarse con elefantes rosas o a sentir el amor. En la obra, a la vez surrealista, alocada, onírica,  poética o realista, hay espacio  también para  presenciar  allanamientos de morada,  escuchar  estruendosos  disparos de  escopetas de caza, asistir a engaños flagrantes,  a construir  y deconstruir sueños y  hasta descubrir una fuente de agua  cristalina y clara, como debiera ser la vida.
 
Sanzol escribe en el programa de mano que se trata de una obra regalo, "porque está hecha pensando en mi padre, imaginando que, si él pudiera verla, lo pasaría muy bien, en el sentido más profundo de la palabra, es decir, viajando a lugares donde la imaginación no ha estado nunca".  Y como "La calma mágica" está escrita con amor,   Sanzol traslada fácilmente al espectador las fantasías y sensaciones   con que ha querido regalar también a su padre, muerto hace algunos meses atrás.
 
Autor personalísimo, difícilmente clasificable, y con un teatro en donde  el hombre  contemporáneo, con sus  miedos, sus sueños y sus obsesiones se ve claramente retratado. Meses atrás ya lo dijimos    también de Sanzol cuando  en estas mismas páginas electrónicas  comentamos la obra que la compañía T de Teatre  representaba  en  Madrid  "Aventura"
 
La escenografía que Sanzol ha planteado  en "La calma mágica", y que ha plasmado fielmente Alejandro Andújar nos lleva a un espacio minimalista, de tonos marrones, con apenas mobiliario (una mesa y dos sillas), y con suelo enmoquetado a través del cual los actores circulan  siempre  descalzos. La iluminación de Xabier Lozano  contribuye a fijar los planos que comentábamos más arriba  en que se mueven los personajes, y la música de Iñaki Salvador  ayuda  enormemente  a que la acción de la comedia tenga un tono trepidante , que casi no deja tiempo al espectador a pasar de una a otra escena.
 
 
Una obra, en fin, que no defraudará a los seguidores de Alfredo Sanzol y que, seguro, hará nuevos adeptos a este joven autor español que, sin duda, nos dará  muchos más ratos de un teatro tan   inclasificable como interesante y evocador.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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