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Los nuestros

jueves 23 de marzo de 2023, 08:32h

Si estás entre la militancia de un partido, no digas nunca que no. Si lo haces, ya sabes, lo mismo no vuelve a pasar el tren por tu estación. Hay ejemplos diarios de que lo que digo va a misa. Sin ir más lejos -¡nunca mejor dicho porque hablamos de transportes!-, mira lo que le ha pasado a Isaías Táboas, militante del PSOE y, posiblemente, amigo personal de su secretario general y presidente del gobierno. Fue cesado como expresidente de RENFE junto con la expresidenta de Adif tras la chusca polémica carpetovetónica de los trenes que no cabían por los túneles.

Pues bien, a pesar de ello, el señor Táboas se mantiene aún como consejero de las tres filiales clave del grupo: Renfe Fabricación y Mantenimiento, Renfe Mercancías y Renfe Viajeros. O sea, que lo cesamos, pero solo un poquito, y así le mantenemos unos pingües ingresos de los tres consejos de administración de las otras empresas públicas porque, si no, el pobre va a tener que apuntarse a la lista del paro y al fin y al cabo, ya paga con el cargo más importante de los que tenía.

No me imagino a un directivo de una empresa privada que , cometiendo un error u omisión de tal calado, se le mantuviese en cargo alguno del grupo de empresas en donde prestase sus servicios y, probablemente, tendría que acudir a hacer uso de la reciente Ley Trans para cambiar de identidad y así conservar alguna posibilidad de encontrar un nuevo trabajo en otro sector.

Aunque de orden aparentemente menor que el caso de Isaías Táboas, en la alcaldía de Móstoles (Madrid), andan también un tanto agitados tras conocer el procesamiento dictado por la Audiencia Provincial de Madrid de su polémica y aprovechada alcaldesa socialista Noelia Posse, y otros siete ediles de su equipo de gobierno por el caso ITV, nombre por el que se investiga al Ayuntamiento de la localidad. Y todo esto a poco más de dos meses para que se celebren las elecciones municipales y autonómicas. La pregunta del millón: ¿forzará Ferraz la destitución de Noelia Posse como candidata por Móstoles? Todo es posible porque la alcaldesa de esa gran ciudad dormitorio de la capital ha dado ya muestras más que suficientes del autoritarismo con el que gobierna y, sin embargo, su amistad con Pedro Sánchez la ha hecho invulnerable hasta la fecha.

Otra pregunta insidiosa, esta sobre el ya exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo (Tito Berni), expulsado del PSOE y forzado a entregar su acta de diputado cuando todavía no pesaba sobre él ni una investigación o imputación de la justicia. ¿Acaso en el partido se sabían más cosas de las que se han ido haciendo públicas sobre la figura del diputado de día y diputero de noche y en pandemia? Es de suponer que, al menos, el PSOE canario sabría ya que Tito Berni estuvo imputado en 2009 por usar facturas falsas para cobrar subvenciones en Fuerteventura. Pero, como es de “los nuestros”, hay que presumir que el angelito no volvería a delinquir.

Por el contrario, y por mucho que diga la fiscalía europea, y aunque haya archivado recientemente el 'caso mascarillas' del hermano de Ayuso porque, según su dictamen, «no concurren indicios suficientes» para atribuir a Tomás Días Ayuso «la comisión de un delito». A pesar de todo, digo, la izquierda radical, que asaeteó durante meses a la presidenta de la Comunidad de Madrid con increpaciones e insultos personales, incluso con la petición reiterada de su dimisión, ¿alguien cree posible que medie alguna disculpa por parte de algún miembro de la izquierda radical después de haberse cebado hasta el extremo con los hermanos Ayuso?

Un último y, si se quiere, casi anecdótico ejemplo, pero muy revelador del doble juego que algunos aplican. Mónica García, la líder de Más Madrid pedía el miércoles de la semana pasada, a través de Twitter, la dimisión del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, por ser beneficiario del “Bono Social Térmico”, una ayuda anual de casi 200 € de pago único que el Gobierno central concede, entre otras personas a quienes pertenecen a una familia numerosa, como es el caso de Ossorio. García escribía en Twitter, exigiendo la «dimisión o el cese inmediato» de Ossorio. Horas después los medios hacían público que el marido de Mónica García, Enrique Montañés, es también beneficiario junto a la líder de Más Madrid del mismo “Bono Social Térmico” y por idénticas razones a las del vicepresidente regional de Madrid, es decir, por su condición de formar parte de familia numerosa.

Mónica García optó entonces por pedir perdón públicamente, aunque con la boca pequeña, a través de una emisora amiga y no por presentar su dimisión, como exigía horas antes a Enrique Ossorio. Es obvio que ni uno ni otra vulneraban la ley porque ese beneficio que proviene del gobierno está dirigido a todas las familias numerosas, independientemente del nivel de ingresos que tengan, pero es muy reveladora esa actitud de exigir al de enfrente lo que, por idénticas causas, ella no está dispuesta a aplicarse. Vuelve a demostrarse que la izquierda se siente con una superioridad moral que le permite hacer lo que quiere, cuando quiere y como quiere.

La política española se ha convertido en un ejercicio cruel en el que sólo importa el acoso y derribo del adversario –considerado muchas veces más como el enemigo–, que la búsqueda del bien común o de la verdad. El “FairPlay” es cosa ya de otros tiempos. La dignidad, el honor y la coherencia son valores de otra época. O recuperamos ciertos principios éticos comunes o estamos perdidos ya sin remedio.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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